La razón por la que algunos insectos beben lágrimas - 800Noticias
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En un paseo por el campo, si se encuentra con un caballo o un bóvido, fíjese en si tienen insectos alrededor de los ojos. Muy probablemente estén intentando conseguir un alimento muy preciado: sus lágrimas.

Los bebedores de lágrimas
La ingesta de lágrimas se conoce como lacrifagia y es un comportamiento que manifiestan varias especies de artrópodos terrestres. Los lepidópteros (mariposas y polillas) y los dípteros (como las moscas) son los grupos donde más ejemplos se conocen. Habitualmente obtienen las lágrimas de mamíferos y reptiles de gran tamaño y de algunas aves.

La relación ecológica que establecen lacrífagos y hospedadores suele clasificarse dentro del comensalismo, esto es, cuando una de las partes (en este caso el insecto) obtiene beneficios mientras que la otra no sale ni beneficiada ni perjudicada. Sin embargo, en algunas ocasiones podría considerarse como un parasitismo, ya que los lacrífagos pueden provocar irritaciones oculares e, incluso, transmitir algunas enfermedades.

Por ejemplo, algunas especies de moscas lacrífagas de la subfamilia Steganinae pueden actuar como hospedadores intermediarios del nematodo Thelazia callipaeda, el causante de la telaziosis, una patología ocular que afecta a varios mamíferos, incluido el ser humano.

Una cucaracha bebiendo lágrimas de lagartija
Hasta hace poco se consideraba un comportamiento característico de insectos con probóscide, órgano bucal de forma tubular como el que poseen mariposas o moscas. Esta estructura permite acercarse al ojo del hospedador lo justo y necesario sin tener que incomodarlo ni suscitar una reacción agresiva. Sin embargo, algunos especímenes muy peculiares engrosan la lista de lacrífagos cada cierto tiempo.

Una de las últimas incorporaciones ha sido una cucaracha, que fue descubierta presuntamente bebiendo lágrimas de una lagartija (Anolis fuscoauratus) en la Amazonía ecuatoriana. Por descontado, este insecto carece de probóscide, por lo que debe arriesgarse a mantener un estrecho contacto con los ojos del hospedador.

Otro dato muy llamativo es que los seres humanos también podemos ser hospedadores de insectos lacrífagos. Bien lo sabe el investigador Hans Bänziger, quien se convirtió en una fuente de lágrimas irresistible para varias abejas meliponinas (conocidas popularmente como abejas sin aguijón). Tal y como recoge en una investigación publicada en 2009 en el Journal of the Kansas Entomological Society, varias obreras aterrizaron imperceptiblemente sobre sus pestañas inferiores para darse un festín de lágrimas durante varios minutos.

Fuente rica en sodio y nitrógeno
La lacrifagia se define como una alimentación suplementaria encaminada a la adquisición de micronutrientes muy específicos. Por esto mismo, los especialistas relacionan este comportamiento con el “puddling” o “encharcamiento”, cuyo objetivo es también la recolección de nutrientes concretos a través de la ingesta de lodo, fluidos de cadáveres, excrementos o secreciones de vertebrados, incluyendo la sangre, el sudor o las lágrimas. Recuerde este concepto cuando vea un grupo de mariposas concentradas en un lodazal.

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