La postura de México sobre Venezuela en cuatro claves
EFE
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reiteró este lunes que México mantendrá su principio de no intervención y autodeterminación de los pueblos en la crisis de Venezuela, por lo que sigue reconociendo la Presidencia de Nicolás Maduro.
Así se desmarcó de la mayoría de países americanos, que reconocen como mandatario interino legítimo al presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Juan Guaidó. Estas son las claves del posicionamiento de México:
– ¿Cuál es la postura oficial del Gobierno de México?
El Ejecutivo de López Obrador defiende no inmiscuirse en los asuntos internos de Venezuela, basándose en los principios de no intervención y de autodeterminación de los pueblos estipulados en la Constitución mexicana.
A la práctica, eso implica mantener el reconocimiento de Maduro como presidente de Venezuela, quien acudió a la toma de posesión de López Obrador el pasado 1 de diciembre.
A la vez, México comparte con Uruguay «el exhorto al diálogo entre las partes» y, al igual que España y Portugal, hace «votos por una salida política a la situación en Venezuela«.
– ¿Qué es la doctrina Estrada?
El posicionamiento de López Obrador busca recuperar para la política exterior mexicana la neutralidad establecida en la doctrina Estrada, que recibe el nombre del canciller mexicano que la diseñó, Genaro Estrada Félix (1927-1932).
Esta doctrina, que fue el principio rector de la diplomacia mexicana durante el siglo XX, establecía que México no debía pronunciarse sobre la legitimidad de los Gobiernos de otros países para evitar «herir la soberanía de otras naciones».
De esta forma, México fue el único país latinoamericano que se opuso a romper las relaciones diplomáticas con la Cuba de Fidel Castro a principios de la década de 1960.
– ¿Siempre ha abogado México por la no intervención?
Aunque la doctrina Estrada fue la tónica general durante seis décadas, México sí tomó partido en algunos asuntos, pues reconoció la República Española durante la dictadura de Francisco Franco hasta 1977, retiró su embajador en Chile tras el golpe de Augusto Pinochet en 1973 y apoyó la Revolución sandinista en Nicaragua contra Anastasio Somoza en 1979.
Con la llegada de Vicente Fox a la Presidencia mexicana en el año 2000, el país dejó de lado la doctrina Estrada, buscó ganar peso en foros internacionales y deterioró su relación con Cuba.
Por su parte, el predecesor inmediato de López Obrador, Enrique Peña Nieto (2012-2018), fue durante los últimos años una de las voces latinoamericanas más críticas con el Gobierno de Maduro y promovió condenas del Grupo de Lima por la crisis venezolana.
– ¿Qué otros factores influyen en la postura de López Obrador?
Aunque la política de no intervención es la versión oficial utilizada por el Gobierno mexicano, hay otros factores que influyen en la posición que ha adoptado con Venezuela, como su cercanía ideológica.
López Obrador es el primer presidente izquierdista que tiene México desde Lázaro Cárdenas (1934-1940) y sus bases, aglutinadas en el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), tienen los mismos referentes históricos que el Gobierno cubano o el venezolano, sin compartir su autoritarismo.
Al mismo tiempo, López Obrador evita aliarse con el bloque de apoyo a Guaidó, que está liderado por el presidente estadounidense, Donald Trump, y el brasileño, Jair Bolsonaro, dos líderes ultraderechistas a las antípodas de López Obrador.