La oposición venezolana se centrará en que haya elecciones regionales en 2017, dice Borges
Redacción
El presidente del Parlamento venezolano, Julio Borges, afirmó este viernes que la prioridad para la oposición será conseguir que este año se celebren las elecciones regionales y locales previstas, ya que considera que el coste para el Gobierno si esos comicios finalmente no se celebran “será muy alto”.
En un encuentro con corresponsales internacionales en Caracas, Borges destacó la “necesidad de un cambio urgente en la política opositora para que pueda ser una alternativa en Venezuela” a través del establecimiento de un “plan de vuelo claro”.
Ese plan de vuelo, a su juicio, pasa por cuatro metas fundamentales, entre las que la primera sería “fortalecer y relanzar” a la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), reseñó EFE.
El también coordinador nacional del partido Primero Justicia (PJ) -al que pertenece el excandidato presidencial Henrique Capriles- afirmó que ese es “uno de los problemas más graves” que tiene la MUD ya que reconoció que desde fuera se perciben señales de debilidad y desunión entre los opositores.
“Debemos mostrar al mundo que estamos preparados para ser gobierno, no simplemente para ser oposición”, recalcó.
El segundo objetivo sería, en su opinión, “tener un discurso que pueda reordenar institucionalmente al país, sobre todo a las Fuerzas Armadas, darles un discurso donde ellos se vean que son parte del futuro, del desarrollo y de la construcción democrática del país y no solamente parte del problema”.
En este sentido, el opositor aseguró que la “mayoría de las fuerzas armadas está absolutamente descontenta de su utilización al servicio de un partido” y destacó que se les debe “abrir una puerta” para que sean “parte de la solución democrática de Venezuela” y “no tengan miedo al futuro”.
“Es un proceso delicado pero obligatorio, si no resolvemos ese nudo podemos pasar décadas teniendo la misma película congelada” en el país, recalcó.
Otro eje central, en su opinión, es que el tablero de la discusión pública “no sea la pelea gobierno-oposición sino la lucha de un país contra un sistema y que el prisma de esa discusión sea el gravísimo problema económico y social que sufre todo el pueblo venezolano”.
Y el cuarto objetivo y la prioridad de la MUD, según Borges, debe ser que se celebren los eventos electorales previstos este año: los comicios regionales y municipales, que el Consejo Nacional Electoral fijó respectivamente para finales del primer y segundo semestre de 2017.
El presidente del Parlamento -que asumió el cargo el pasado 5 de enero en sustitución de Henry Ramos Allup en función del turno establecido por los partidos de la MUD- asegura que desde que el chavismo perdió las elecciones legislativas en diciembre de 2015 “tomó la decisión de que no haya más elecciones en el país”.
“Este gobierno está tan débil que no aguanta una elección más en el país”, afirmó y por ello abogó por que el “fin último” de la acción opositora “debe ser que haya al menos esas dos elecciones en el país este año”.
“El arma más fuerte, el misil atómico que tenemos nosotros se llama el voto, si este año se hacen esas elecciones en segundos se abre el cuestionamiento a la misma elección nacional”, subrayó.
Borges resaltó que “en una crisis histórica los caminos que parecen ser más rápidos a veces son los más largos y los más lentos terminan siendo los más cortos y más seguros”.
“Estamos ya verdaderamente cansados de que por el inmediatismo terminemos siempre más lejos de una solución del país”, dijo.
El opositor desveló este viernes que el papa propuso un encuentro entre la oposición y el Gobierno en el Vaticano para tratar de retomar el proceso de diálogo entre ambas partes en el país, actualmente en suspenso.
Esa reunión, prevista para finales del pasado enero, no se celebró ya que la oposición consideraba que el Gobierno debía comprometerse antes a cumplir algunas de sus demandas como la celebración de elecciones o la puesta en libertad de opositores, explicó.
Borges insistió que el Ejecutivo es “el que tiene que dar la respuesta en este momento” para que pueda celebrarse ese encuentro en el Vaticano, que todavía “a día de hoy no está descartado”.