La oposición teme por la vida de Daniel Ceballos
El opositor venezolano Daniel Ceballos, prisionero político detenido en una cárcel de delincuentes comunes en el estado de Guárico (centro del país), cumplió 14 días sin ingerir alimentos y esa decisión comienza a hacer estragos en su cuerpo. Sus abogados y familiares denuncian no solo lo que es evidente —la acelerada pérdida de peso— sino las afectaciones en un riñón, parálisis facial y las precarias condiciones de su encierro.
Ceballos es miembro del partido Voluntad Popular y el número tres de la organización que encabeza el líder opositor Leopoldo López, encarcelado hace 16 meses en el penal militar de Ramo Verde, en los suburbios montañosos de Caracas, y que también está en huelga de hambre. Era la máxima autoridad local de San Cristóbal, el epicentro más violento de las protestas de 2014 contra el régimen de Nicolás Maduro, una ciudad que durante varias semanas permaneció con varios sectores obstruidos con barricadas, sin tránsito de coches y con violentos enfrentamientos entre estudiantes y policías. El Tribunal Supremo de Justicia, que responde a órdenes del Poder Ejecutivo, atribuyó a Ceballos la anarquía de aquel primer semestre de 2014 y lo destituyó en un juicio sumario. Hasta hace dos semanas acompañó a López en la prisión.
Ceballos solo ha ingerido agua y este jueves comenzó a hidratarse con suero, de acuerdo a lo que informó a una radio local su abogado, Juan Carlos Gutiérrez. Su deterioro ha hecho que la oposición pida con unanimidad el fin de la protesta que iniciaron los dirigentes para que el Consejo Nacional Electoral, que controla el Gobierno, fije la fecha de las elecciones parlamentarias y que éstas cuenten con observadores internacionales independientes del régimen. No solo se trata de la indiferencia con la que en apariencia la nomenclatura ha recibido la noticia de la extrema protesta, sino los antecedentes de una medida como esta en 16 años de mandatos chavistas.
Entre la oposición está muy presente el recuerdo de Franklin Brito, un productor agropecuario que ayunó hasta morir el 30 de agosto de 2010. En varias ocasiones inició huelgas de hambre después de que el Gobierno expropiara su hacienda en 2004. En todo ese tiempo se mutiló dos dedos e inició una larga batalla para que se restituyeran sus derechos sobre la tierra y el Estado le reconociera la propiedad de los insumos que el Gobierno le entregó para resarcirlo. Los adversarios del chavismo están convencidos de que el régimen dejó morir a Brito por intransigente.
El presidente Nicolás Maduro no ha hecho mención alguna a la salud de Ceballos y López y ha anunciado una visita al Papa Francisco este domingo. La oposición y la comunidad internacional quieren aprovechar esa cita para que el Sumo Pontífice pida al gobernante la liberación de Ceballos, López y otras 75 personas presas por motivos políticos. El Club de Madrid, una instancia formada por 107 jefes de estado y de gobierno internacionales, ha enviado una misiva al Vaticano para que se avance en esa dirección e «impulse la reconciliación» en defensa de los derechos humanos.
El miércoles el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU se mostró «muy preocupado» por las condiciones de detención y el deterioro de la salud de Ceballos. «Urgimos a las autoridades a garantizar que todos los detenidos en huelga de hambre sean atendidos por un médico de su elección», ha indicado el organismo en un comunicado. El Defensor del Pueblo, Tarek William Saab, aseguró que el Gobierno está pendiente de la salud y que un médico de la prisión toma diariamente la presión arterial de Ceballos.
Hasta ahora otros dirigentes, como Raúl Emilio Baduel y Alexander Tirado, también sentenciado por su relación con los actos de violencia del primer semestre de 2014, han decidido imitar la decisión tomada por López y Ceballos. Un número indeterminado de estudiantes también han decidido no ingerir alimentos. De acuerdo con el cálculo de Voluntad Popular también participan en la huelga de hambre un diputado al Concejo Legislativo del estado de Carabobo (centro de Venezuela), tres concejales del estado de Táchira (región fronteriza con Colombia) y 16 estudiantes.
Fuente: El País de España