La ONU dice que la situación en Venezuela es «un desastre humanitario mayor»
EFE
La ONU está «muy preocupada» por Venezuela y considera que la crisis que atraviesa el país es «un desastre humanitario mayor», dijo hoy a Efe la representante especial del secretario general de Naciones Unidas para la Infancia y los Conflictos Armados, la argentina Virginia Gamba.
«Naciones Unidas y el secretario general (António Guterres) están muy preocupados por Venezuela, yo creo que no hay agencia humanitaria que no esté preocupada por Venezuela porque es un desastre humanitario mayor», declaró Gamba.
En este sentido, destacó que la falta de acceso para poder llevar la asistencia humanitaria es algo «verdaderamente deplorable» y reprochó a Nicolás Maduro, que «no esté poniendo las necesidades humanitarias de la gente por delante de su voluntad política».
Gamba explicó que la oposición en Venezuela es «pacífica» por lo que de momento no hay un conflicto armado abierto para incluir el país en su área de trabajo, pero sí Colombia, el principal receptor de migrantes venezolanos.
En este sentido, se mostró «muy preocupada» por el impacto de los grandes flujos migratorios de venezolanos a otros países de Latinoamérica, especialmente a Colombia, donde calcula que hay más de 1,1 millones, pero también a Ecuador y Argentina, que han recibido a unos 800.000 y 300.000 venezolanos, respectivamente.
También alertó sobre los riesgos a los que se enfrentan los menores que abandonan Venezuela rumbo a Colombia, un gran número de los cuales no están acompañados, y son «sumamente vulnerables» a ser secuestrados, reclutados por grupos armados o a sufrir violencia sexual y otras violaciones de los derechos humanos.
Sobre una posible solución pacífica de la crisis venezolana, Gamba indicó que, aunque en América Latina siempre ha habido regulaciones regionales de grupos de países que tratan de garantizar la paz y de mediar los conflictos emergentes a nivel interno -«entre amigos»-, el continente parece haberse «cansado un poco» tras los intentos del Grupo de Lima y de Uruguay.
Gamba presentó esta semana en Bruselas la campaña global de la ONU «Actuar para proteger a los niños afectados por conflictos armados», copatrocinada por la Unión Europea (UE) y la Unión de Estados Africanos, que tiene como objetivo detener y prevenir las seis violaciones graves de derechos humanos que se producen contra los menores en situaciones de guerra.
Estas son el asesinato y la mutilación, el reclutamiento y utilización de niños en los conflictos armados, la violencia sexual, el secuestro, los ataques a colegios y hospitales y la denegación del acceso a la asistencia humanitaria.
En este sentido, Gamba avanzó que en 2018 se produjeron al menos 24.000 violaciones verificadas de derechos humanos a niños en todo el mundo, 3.000 más que en el año anterior, y tres de ellas -los secuestros, las violencias sexuales y los asesinatos- están en aumento.
En América Latina, subrayó que «se avanzó mucho» en la reintegración de niños afectados por la guerrilla de las FARC en Colombia, si bien el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el Clan del Golfo y las FARC disidentes siguen reclutando a menores.
En África, la ONU muestra una «gran preocupación» en Nigeria y en las fronteras de Camerún por las acciones del grupo terrorista islámico Boko Haram, que secuestra a niñas para utilizarlas como «bombas humanas», afirmó Gamba.
Los secuestros de menores también son alarmantes en Somalia con la presencia del movimiento yihadista Al-Shabab, y en Sudán, Sudán del Sur y la República Centroafricana, donde algunos niños-soldado están siendo separados de los grupos armados gracias a los procesos de mediación y diálogo abiertos en esos países, señaló.
El caso de Libia es uno de los más preocupantes para Gamba, quien alertó de que la ofensiva del mariscal Jalifa Hafter sobre Trípoli, iniciada el 4 de abril, ha agravado la situación en la capital, donde hay una «gran cantidad» de refugiados «hacinados», muchos de los cuales son niños no acompañados que huyen de zonas de guerra como Somalia, Yemen o Sudán del Sur.
En Asia, la ONU sigue de cerca la violencia en Afganistán, donde las muertes de niños están cada vez más en aumento, y la crisis humanitaria en la que está sumida Yemen, donde los rebeldes hutíes cada vez reclutan más niños, explicó Gamba.
En cuanto a Europa, explicó Gamba, la preocupación nace de los refugiados que llegan huyendo de los conflictos en Siria e Irak, ya que una gran cantidad de los menores no acompañados que llegan al continente desaparecen y la situación va «en aumento».