La OMS denuncia que continúan ataques contra la red sanitaria ucraniana
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Hubo más de 70 ataques separados contra hospitales, ambulancias y médicos en Ucrania y el número “aumenta diariamente”, dice la Organización Mundial de la Salud (OMS). El organismo asegura que apuntar a las instalaciones de atención médica se convirtió en parte de la estrategia y las tácticas de la guerra moderna.
Un ataque reciente el 8 de marzo fue contra el hospital central, que acababa de ser renovado, en Izium, al sur de Járkiv. Fue alcanzado por lo que las autoridades ucranianas dijeron que eran proyectiles rusos.
El subalcalde de la ciudad publicó videos y fotos que mostraban grandes daños en el edificio principal del hospital. Una nueva área de recepción construida el año pasado quedó completamente destruida. Las imágenes fueron verificadas por la BBC y otros medios de comunicación, aunque las circunstancias exactas del ataque son imposibles de establecer en este momento.
“Después del primer bombardeo, las ventanas del hospital explotaron”, le dijo a la BBC el subalcalde Volodymyr Matsokin. Un segundo ataque destruyó los quirófanos del hospital, añadió.Ese día, el personal del hospital estaba atendiendo a niños, mujeres embarazadas y tres bebés recién nacidos, así como a soldados y civiles heridos en feroces combates en la región, según las autoridades ucranianas.
Estaban refugiados en el sótano en el momento del ataque y nadie murió. “El gobierno invirtió millones para proporcionar buenas instalaciones con equipos modernos”, señaló Matsokin. “Los pacientes tuvieron que salir de los escombros por su cuenta para poder escapar”.
La BBC se puso en contacto con la embajada rusa en Londres para saber más sobre el ataque, pero no se recibió respuesta, aunque en el pasado Moscú negó haber atacado deliberadamente a civiles.
Desde el 24 de febrero, la OMS revisó y verificado 72 ataques separados contra instalaciones de atención médica en Ucrania que causaron al menos 71 muertos y 37 heridos. La mayoría de los ataques dañó hospitales, vehículos médicos y tiendas de suministros, pero la OMS también registró el secuestro o detención “probable” de personal sanitario y pacientes.
“Nos preocupa que este número está aumentando a diario”, le dijo a la BBC el representante de la OMS en Ucrania, Jarno Habicht. “Las instalaciones de salud deben ser lugares seguros tanto para los médicos como para los enfermeros, pero también para los pacientes que acuden en busca de tratamiento.Esto no debería suceder”.
Debido a que la guerra en Ucrania es un conflicto armado internacional entre dos estados, se aplican las Convenciones de Ginebra. Las Convenciones, que fueron ampliadas después de la Segunda Guerra Mundial, establecen los derechos básicos de los civiles y el personal militar y la protección de los heridos y los enfermos.
Éstas fueron ratificadas en 1954 por lo que entonces era la Unión Soviética. Según el artículo 18 de las Convenciones, los hospitales civiles “en ningún caso podrán ser objeto de ataque, y en todo momento serán respetados y protegidos”.
La violación de esa regla puede ser investigada por la Corte Penal Internacional de La Haya y, si se determina que es un crimen de guerra, los perpetradores individuales pueden ser procesados y castigados.
Sin embargo, existen excepciones a las Convenciones. La protección contra un ataque se pierde si la instalación médica se coloca cerca de un objetivo militar legítimo o si se cree que está cometiendo un acto “perjudicial para el enemigo”.
Con información de La Nación