Nave rusa que explotó en la atmósfera dejó sin suministros a la Estación Espacial Internacional
Fuente: bbc.com
Ha vuelto a suceder. Una nave rusa Progress (MS-04) se desintegró en el espacio poco después de despegar rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI) este jueves 1 de diciembre a las 17:52 hora de Moscú (14:51 GMT).
La agencia espacial rusa Roscosmos perdió contacto con ella «a los seis minutos de su lanzamiento», a bordo de un cohete Soyuz-U desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán), y anunció que había caído en una zona montañosa de la República de Tuvá, en la frontera con Mongolia.
Estaba previsto que su viaje durara dos días y llevaba a bordo más de 2,4 toneladas de suministros, incluyendo agua, alimentos, equipos técnicos, médicos y de higiene y carburantes para los astronautas y cosmonautas del laboratorio espacial.
También transportaba un invernadero para cultivar pimientos en el espacio, un nuevo traje con regulación térmica automática y frutas para las fiestas navideñas, anunció la agencia de noticias Sputnik.
Sin embargo, cuando alcanzó una altura de 190 kilómetros, Roscosmos dejó de recibir datos telemétricos sobre la nave no tripulada, la cual se fragmentó en varios pedazos que se desintegraron al entrar en contacto con la atmósfera.
Ya esta programada otra misión con suministros en apenas unos días, el próximo 9 de diciembre, en este caso en un vehículo japonés HTV que llevará experimentos, provisiones y baterías al complejo espacial.
Tanto el organismo ruso como la agencia espacial estadounidense (NASA) aseguraron que el accidente no influirá negativamente en el el funcionamiento de la EEI o en la vida de sus integrantes.
«Nuestros astronautas y los cosmonautas rusosestán a salvo en la estación», dijo un vocero de la NASA en un comunicado. «Los suministros a bordo de la EEI están en buenos niveles», explicó.
Pero este accidente probablemente tenga repercusiones en las actividades espaciales de Rusia.
Las Progress no progresan
Y es que ésta no es la primera vez que una nave Progress explota en la atmósfera.
En abril de 2015, Progress M-27M sufrió un destino similar, estallando cuando sobrevolaba el Océano Pacífico, luego de estar una semana a la deriva en el espacio
En ese caso, el carguero transportaba piezas de repuestos y otros suministros para los integrantes del complejo espacial, que se eleva a unos 400 kilómetros de la Tierra.
Pero se desvió de su órbita y nunca completó su misión (y todavía no están claros los motivos).
El director de la agencia espacial rusa Igor Komarov dijo que no se sabía con claridad cuál era el problema.
Su predecesora, Progress M26M, sufrió fallos técnicos por problemas en los motores y la agencia rusa tuvo que retrasar la misión para que se acoplara a la EEI. Lo lograron al tercer intento.
Poco después un cohete ruso Protón-M se estrelló con un satélite mexicano a bordo, MexSat-1.
Todos esos incidentes provocaron una importante crisis en el programa espacial de Rusia,que tuvo que suspender todos sus vuelos espaciales durante casi tres meses.
El expresidente ruso Dmitri Medvédev reconoció que esos problemas estaban afectando a la reputación del país.
Por el momento, los especialistas de Roscosmos están investigando las fallas de su última nave Progress.
«Lo más probable es que la comisión oficial se vea obligada a constatar una vez más alguna deficiencia en el ensamblaje del motor y una simulación estática», informó la agencia de noticias rusa RIA Novosti.
Según el organismo, podría haber importantes cambios de personal si se descubre que la causa de la avería fue un error humano.