La Nasa cataloga los microbios y hongos de la Estación Espacial
EFE
La Estación Espacial Internacional (ISS) como cualquier lugar de la Tierra tiene una población de microbios y hongos que ha sido catalogada por la Nasa. Un conocimiento útil para desarrollar medidas de seguridad en los viajes espaciales de larga duración o para la vida en el espacio
En la Tierra los microbios de lugares cerrados afectan a la salud y eso es «incluso más importante» para los astronautas durante los vuelos espaciales, pues su sistema inmunitario está alterado y no tienen acceso a los mismos procedimientos médicos», señaló Kasthuri Venkateswaran del Jet Porpulsion Laboratory de la Nasa.
Por ello, y ante la posibilidad de futuras misiones espaciales de larga duración, «es importante identificar los tipos de microorganismos que pueden acumularse en entornos asociados con los vuelos espaciales, el tiempo que sobreviven y su impacto tanto en la en la salud humana como en la infraestructura de las naves espaciales.
Del nuevo compendio de virus, que ha sido publicado en la revista Microbiome en un estudio encabezado por Venkateswaran, destaca que los microbios hallados en la Estación son «en su mayoría asociados a los humanos».
La bacteria más predominante es el estafilococo (26 % de todos los aislados), seguido de la pantoea (23 %) y el bacilus (11 %), lo que incluye también organismos que en la Tierra se consideran patógenos oportunistas como el estafilococo aureus, que suele encontrarse en la piel y los conductos nasales o el enterobacter, asociado con el tracto gastrointestinal.
En nuestro planeta, este tipo de bacterias se suelen hallar, sobre todo, en gimnasios, oficinas y hospitales, lo que «sugiere que la Estación Espacial Internacional es parecida a otros ambientes edificados donde el microbioma es formado por la ocupación humana».
Que esas bacterias oportunistas pudieran causar enfermedades en los astronautas de la estación depende de factores como el estado de salud de cada uno de ellos y cómo funcionan esos organismos en el ambiente espacial, explicó la primera firmante del estudio, Aleksandrea Checinska Sielaff.
En cualquier caso, que se hayan detectado organismos causantes de enfermedades «subraya la importancia de hacer estudios adicionales para examinar cómo funcionan esos microbios de la Estación en el espacio».
Además, algunos de los organismos identificados están también implicados en la corrosión inducida por microbios en la Tierra, aunque el papel que pueden desempeñar en la nave «está aún por determinar».
Entender su posible impacto en las naves espaciales será importante para mantener la estabilidad estructural del vehículo de la tripulación durante misiones espaciales de larga duración, cuando el mantenimiento de rutina en interiores no se podrán realizar con la misma facilidad, agrega la nota.
Los investigadores emplearon técnicas tradicionales de cultivo y métodos de secuenciación para analizar muestras de superficies tomadas en ocho zonas de la Estación, entre ellas la ventana, el baño, la zona de ejercicios, la de dormir o la mesa de comer, a lo largo de 14 meses.
Así pudieron examinar si y cómo las poblaciones microbianas y fúngicas cambiaban dependiendo del lugar y el tiempo. El estudio concluye que mientras la comunidades fúngicas eran estables las microbianas eran similares en los lugares, pero cambiaban con el tiempo, lo que puede atribuirse a los diferentes astronautas que llegan a la Estación.