La moda sostenible colombiana se sube a la pasarela del Bogotá Fashion Week
EFE
Las botellas de plástico reciclado, el algodón orgánico y hasta el cáñamo se subieron este miércoles a la pasarela central del Bogotá Fashion Week (BFW), reivindicando la presencia de la moda sostenible en las cinco firmas que vistieron a una de las salas del centro de convenciones Ágora.
Luciendo enterizos negros, conjuntos de color tierra y otras prendas «atemporales» que hacen parte de la colección «Criaturas de la tierra», los modelos de la firma Della Terra sorprendieron al público portando en sus manos macetas de hojas verdes que evocaban el propio sentido de la marca: «De la tierra».
El espíritu de esta firma creada por Isabella Spataro, que persigue los objetivos de luchar contra la crisis climática y de construir una sociedad equitativa, bebe de la historia de su abuelo Humberto Spataro, un hombre que “pasó toda una vida sirviendo a los demás” y “cuyo objetivo en la vida no era hacer daño”.
Es al calor de esta filosofía de la marca que Della Terra se apoya en fibras naturales y biodegradables para garantizar que «más del 95 %» de sus materiales proceden de fuentes naturales y sostenibles, como el cáñamo o el tencel fabricado con la pulpa de madera que nace del eucalipto.
Ritmos urbanos y para el día a día
En un intento de “dejar un legado positivo en el mundo” a través de la moda y huyendo del “high-fashion” solo apto para las pasarelas, la firma Madre Terra presentó cinco looks “esenciales”, para “todo el mundo y para el día a día”, que persiguen la idea de un “twist industrial, pero natural” con el efecto «denim» y los tonos verde oliva.
Conocida por el patronaje de prendas hechas con algodón reciclado y orgánico, unas pizcas de cáñamo y algunas botellas de plástico, la cofundadora de la marca, Manuela Trujillo, aseguró a EFE que la sociedad colombiana no solo está “preparada al 120 %” para los diseños sostenibles, sino que “lo está exigiendo”, especialmente en diseños no tan costosos y “realmente usables” a diario.
Más allá de las sandalias de plataforma y de los cortes asimétricos de Sientochenta, o de los juegos de transparencias y plisados en las sofisticadas piezas de Religare, la colección «Esto es basura» de la firma Paréntesis apostó por incrustar la frase «This was trash» (esto era basura) en la parte trasera de sus chaquetas y hasta en alguna de sus bolsas de tela.
Finalizados los desfiles de moda sostenible, el diseñador bogotano José Julián Guerrero inundó la pasarela con el ritmo más urbano de los diseños de «Renacer», una colección de tintes «muy postapocalípticos y futuristas» con la que el padre de la firma SUG-URBANO trató de rendir tributo a su «ídolo desde hace 10 años»: el diseñador germano-persa Boris Bidjan.
Pese a lo urbanita de sus prendas y a sus casi perpetuos diseños de invierno, Guerrero explicó a EFE que en esta colección «un poco de primavera-verano» diseñó chaquetas sin forro y piezas de lino, a fin de llevar sus diseños a otros climas distintos del de Bogotá.
Además de las 110 marcas de diseño independiente que se darán cita entre el 10 y el 12 de mayo en este evento organizado por la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB), los asistentes podrán adquirir al detal y de manera directa los diseños de las firmas participantes en la Tienda Multimarca. EFE
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