La investigación sobre abusos en la Iglesia gala alcanza las 3.400 denuncias
EFE
La comisión independiente encargada de investigar los casos de pederastia en el seno de la Iglesia católica en Francia ha recibido en solo cinco meses 3.400 denuncias de víctimas o testigos de abusos a menores, producidos sobre todo entre 1950 y 1980, según informó hoy su presidente, Jean-Marc Sauvé.
La Comisión Independiente sobre Abusos Sexuales en la Iglesia (Ciase) fue formada a petición del episcopado y la Conferencia de religiosos en noviembre de 2018 e integrada por una veintena de juristas, psiquiatras, sociólogos y otros especialistas.
«El trabajo iniciado ha dado resultados significativos, pero sin duda no representativos, de la totalidad de abusos sexuales que pueden haber sido cometidos en un período tan largo, teniendo en cuenta que el 65 % de la población francesa mayor de 18 años ha mantenido contactos regulares con la Iglesia católica», dijo Sauvé en una rueda de prensa.
El presidente de la Ciase hizo notar que la principal preocupación de la comisión ahora mismo es que la población francesa sepa que están entrevistando a posibles víctimas en todo el país para que sepan que pueden acudir a ellos.
La voluntad de esta comisión, que entregará el informe con los resultados de su investigación en el primer semestre de 2021, es «sacar a la luz los abusos sexuales sobre menores» y «comprender la manera en la que han sido tratados estos asuntos».
Además, la Ciase inspeccionará los archivos de diócesis y antiguos casos olvidados en la prensa para evaluar las medidas tomadas desde el año 2000 y establecerá recomendaciones a la Iglesia sobre el tratamiento que debe dar a estos casos.
«Nuestro trabajo no es revelar los asuntos que están ya en la escena judicial, sino revelar lo invisible», añadió.
Sauvé, alto funcionario francés y vicepresidente honorario del Consejo de Estado, la máxima instancia administrativa francesa, explicó que tras un año de trabajo ha comprendido que «la palabra solo se libera después de un tiempo», de ahí que la mayoría de los denunciantes tengan ahora más de 50 años.
«A partir de los años ochenta, el contacto entre curas y jóvenes fue más débil, lo que explica la escasez de llamadas de menores de 50 años», dijo.
En la víspera del Día Universal del Niño, recordó además que Francia sigue ahora el ejemplo de las comisiones que se abrieron años atrás en Boston (EEUU), Australia, Bélgica u Holanda, lo que les sirve para no empezar el trabajo desde cero.
En este sentido, consideró que si en Bélgica la creación de una comisión sirvió para recoger más de 2.000 denuncias, Francia debería tener en proporción unas 10.000.
«Creo que el movimiento se ha ido ampliando de norte a sur y seguirá haciéndolo», señaló, en referencia a la apertura de investigaciones futuras en países como España o Italia.
Aunque de momento solo han realizado una veintena de entrevistas, de unas dos horas de duración cada una, la idea es extender el trabajo a todo el país.
Por ello, el próximo 29 de noviembre empezarán una gira de conferencias de información y entrevistas en ciudades como Lille, Burdeos, Marsella, Toulouse, Nantes o Estrasburgo. EFE