En una plaza frente al Hotel Le Gray, en el centro de Beirut (Líbano). Ahmad Sbeih acompañaba a su novia y futura esposa Israa Seblani, en una sesión de fotos y videos previos a su casamiento. Su historia y las imágenes se volvieron virales ya que en medio de las poses, los flashes y la tomas quedó registrada la tremenda explosión que dejó noqueada a toda la ciudad.
Seblani habló este jueves sobre ese momento y detalló qué sintió en ese dramático instante en que toda la ciudad se convirtió en polvo: «Fue entonces que un pensamiento vino a mi mente: ‘ahora voy a morir’”, expresó en una entrevista con el New York Times.
«Cuando empezamos a tomar las fotos, la vida era muy normal», dijo Seblani, y explicó que la plaza del vecindario de Saifi, a menos de 1,5 km del epicentro de la explosión, estaba llena de gente cenando en restaurantes y comprando. «Pero en cuestión de segundos, el cielo pasó de azul a rosa y se elevó una fuerte columna de humo en el cielo. Sólo tomó un segundo desde que escuché la explosión hasta que fui golpeada por ella», relató la joven de 29 años que realiza su residencia de medicina en Estados Unidos y había regresado a su país para casarse. «El hermoso lugar en el que estaba se convirtió en un pueblo fantasma».
«El hermoso lugar en el que estaba se convirtió en un pueblo fantasma».
«Todo lo que había planeado de repente estaba volando con el polvo y los cristales rotos, y en unos pocos segundos moriría», señaló la joven que llevaba tres semanas en Beirut en las que estuvo preparando todo para su boda. «Pensamos que este iba a ser nuestro año, pero no salió bien”, comentó Seblani, que después del caos que se generó por el catastrófico estallido decidió junto a su marido que ya no iban a esperar más y realizaron la boda el mimo martes con un pequeño festejo junto a sus familiares.
«Todo lo que podemos decir es gracias a Dios por todo». REUTERS
En su mente ella busca la manera de reorganizar su vida ya que debe regresar a Detroit para continuar su residencia, pero le preocupa dejar a su marido en Líbano. «La vida aquí se está complicando cada vez más. Pero tenemos que estar juntos. Hemos estado separados durante tres años, y eso es suficiente», expresó.
El miércoles, un día después de la explosión, la pareja regresó a la plaza. «Una vez que puse mis pies allí, sentí cada cosa. Creo que cada vez que vaya a esa calle, recordaré ese momento», afirmó y añadió: «Hay familias que perdieron a sus hijos, niños que perdieron a sus padres, así que ¿cómo podemos ser felices? Todo lo que podemos decir es gracias a Dios por todo».
«Empezamos a caminar y todo era extremadamente triste.
Israa, su flamante marido, también explicó lo vivido: «Empezamos a caminar y todo era extremadamente triste. Es indescriptible. La devastación y el sonido de la explosión. Todavía estamos en shock. Nunca escuché algo similar al sonido de esta explosión».
«Cuando me desperté y vi el daño que hay en Beirut la realidad es que dije sólo una cosa: ‘Gracias a Dios que aún estamos vivos'».
Al recordar ese dramático instante, la novia ya convertida en esposa relató: «Me siento muy triste por lo que le pasó a toda esta gente. Todo lo que pasó en el Líbano es terrible. Cuando me desperté y vi el daño que hay en Beirut la realidad es que dije sólo una cosa: ‘Gracias a Dios que aún estamos vivos'».
«Siempre debe haber un poquito de espacio para algo de optimismo».
«Estuve aquí 3 semanas y me estuve preparando para este tiempo. Y estuvimos trabajando muy fuerte en la boda y la verdad es que fue cansador. Vos sabés cómo son los preparativos para una boda», señaló sobre los días previos a la explosión. «No te puedo explicar del todo lo que pasó. No puedo decir que nos transformó completamente de la alegría a la tristeza, porque siempre debe haber un poquito de espacio para algo de optimismo».