La firma de la Declaración de la Independencia de Venezuela, por María García de Fleury
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El 5 de Julio celebramos el acto central del proceso político jurídico de independencia que comenzó el 19 de Abril de 1810 y cuya primera etapa terminó con la promulgación de la primera constitución de Venezuela el 21 de diciembre de 1811.
Ese 5 de Julio de 1811 representa un acto civil en el que los representantes civiles de 7 de las 10 provincias de la Capitanía General de Venezuela se reunieron en la capilla Santa Rosa de Lima en la ciudad de Caracas. Allí declararon su independencia y establecieron una nueva nación basada en principios republicanos y federales bajo los valores de la igualdad de los individuos, la libertad de expresión, la prohibición de censura y donde se consagra el principio constitucional.
Su redacción final, que fue firmada el 7 de julio y presentada el 8 al poder ejecutivo, justifica las razones por las cuales se declara la independencia.
Es muy interesante poder conocer y saber que el primer párrafo de la declaración de la independencia comienza diciendo «En el nombre de Dios todopoderoso, nosotros los representantes de las provincias»… y así continúa: «En el nombre de Dios se inicia la independencia, la libertad de Venezuela, somos una nación libre basada en Dios todopoderoso».
En esa declaración de independencia se encuentra el núcleo, incluso temporal de la primera parte de este proceso independentista que al menos en esa primera y fundamental etapa fue esencialmente civil. Esa etapa comienza con los sucesos del 19 de Abril de 1810, continuó con la instalación del congreso general de Venezuela y luego con la constitución del 21 de diciembre de 1811.
Juan Pablo II definió la libertad diciendo que libertad no es hacer lo que te provoca, libertad es el poder de hacer lo que debes hacer. Con la libertad vienen las responsabilidad de lo que deberían de hacer y eso traerá consecuencia porque tú importas y los demás también importan.
La libertad requiere sabiduría, requiere virtud y una persona virtuosa hace constantemente lo que es correcto. Para ser sabios tenemos que conocer nuestra verdadera historia, tenemos la opción de actuar como personas libres para traer el bien a nuestras familias, a nuestra comunidad, a la sociedad y a nosotros mismos o de lograr la destrucción, el dolor y la amargura.
Si tienes la oportunidad de vivir sabia y virtuosamente, busca hacer lo correcto, hazlo siempre y en cualquier tipo de situación. El poder ejercer mi libertad y vivir sus consecuencias es hacer lo que enseñó Jesús, la libertad los hará libre, y Jesús es Dios y con ¡Dios siempre ganamos!
