La feminización del VIH en Venezuela llega a un país sumido en su peor crisis
Agencias
El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) afecta cada vez a más mujeres en Venezuela, justo cuando el país sudamericano atraviesa una severa crisis económica que se traduce en escasez de tratamientos, depauperación de los hospitales y falta de información oficial sobre esta epidemia.
Cuando apareció la enfermedad en la década de 1980 el país petrolero registraba una nueva infección en mujeres por cada 19 en hombres, pero esa brecha se acortó en los últimos 30 años al punto de que según los últimos registros la proporción es poco menos de 3:1, siendo los varones los más afectados todavía.
Este indicador ha seguido avanzando hacia el empate en este quinquenio cuando el país entró en una severa crisis económica y las instituciones sanitarias optaron por ocultar información oficial, incluyendo la relacionada con el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida), causado por el VIH.
Actualmente ONU-SIDA estima que unas 120.000 personas viven en Venezuela con este virus, lo que no significa que todos lo sepan, pues registros oficiales ubican entre 71.000 y 77.000 la cantidad de personas que reciben tratamientos antirretrovirales que el Estado entrega de manera gratuita.
La representante de esta agencia de Naciones Unidas en Venezuela, Regina López, dijo a Efe que «no hay certezas de los datos» en los últimos dos años y por ello el informe mundial de la ONU de este año, que cifró en 36,9 millones la cantidad de personas con el virus del sida, no incluyó un balance sobre el país caribeño.
Según este informe el 58 % de las nuevas infecciones en todo el mundo fueron en mujeres, por lo que la feminización del virus es una tendencia global.
La especialista señaló la imposibilidad de hacer diagnósticos en algunos hospitales y la escasez de antirretrovirales como dos problemas en Venezuela que, consideró, «no le ha sido fácil» de resolver al Gobierno «sobre todo después de estas restricciones de dinero», en alusión a las sanciones económicas que le impusieron este año.
Tanto la funcionaria de la ONU como la infectóloga venezolana Graciela López, que trabaja en un hospital pediátrico de Caracas, consideran que la mujer con VIH es «estigmatizada» o «discriminada» pese a que la legislación local le garantiza una protección especial.
Estas mujeres deben sortear como el resto de ciudadanos la escasez de alimentos y fármacos que impera en el país y, en cientos de casos, atender a sus hijos que contrajeron el virus por la falta de atención óptima durante el embarazo y parto en los depauperados nosocomios venezolanos.
La infectóloga explicó a Efe que la transmisión del virus a neonatos es «completamente prevenible» pero en el caso venezolano hay embarazadas con VIH que no están tomando tratamientos o están pariendo en vez de practicárseles una cesárea y, además, los hospitales no tienen fórmulas lácteas para estos recién nacidos.
«Estamos quitándoles la oportunidad de nacer sin virus y le estamos dando 30 % de riesgo de nacer infectados», subrayó.
Mientras tanto, la intermitencia de los tratamientos ha sido denunciada en los últimos meses por los venezolanos que son seropositivos, muchos de los cuales han hecho pública en las redes sociales su preocupación por la falta de medicamentos que, alertan, pone en peligro sus vidas.
La Red Venezolana de Gente Positiva, que agrupa a todas las personas que viven con VIH, asegura que unas tres mil personas murieron en el primer semestre del año producto del Sida y sus enfermedades oportunistas, lo que arroja un aumento del 50 % en la tasa de mortalidad que ellos manejan respecto al año pasado.
El secretario de esta organización, Eduardo Franco, aseguró a Efe que ha habido meses con «100 % de desabastecimiento» en cuanto a los canales regulares y el «gobierno sigue sordo» ante las protestas.
Pero, matizó, «hemos tenido medicamentos que han entrado por cooperación internacional» aunque ha sido «insuficiente» y por ello «hemos visto morir compañeros por la falta de medicamentos antirretrovirales».
Franco criticó la falta de información que achaca al Ejecutivo y aseveró que son unos 85.000 los inscritos en los programas oficiales para recibir el tratamiento pero cree que hay «más de 300.000 personas que requieren medicamentos en Venezuela, que viven con VIH».
Denunció además que los laboratorios del sistema de salud público no cuentan con los químicos para diagnosticar el virus, lo que estimula la ausencia de datos certeros, pero la red estima que si se hiciese una prueba «nacional» la cifra de infectados se ubicaría en 1 millón, muy por encima de la prevalencia que estima ONU en 0,6 % (cerca de 200.000).EFE