La estación espacial china Tiangong-1 se desintegrará en la atmósfera en los próximos meses
Fuente: gizmodo.com
En 2016, oficiales de la agencia espacial China confirmaron lo que ya era un rumor insistente y reconocieron que sus técnicos habían perdido el control de su estación espacial, la Tiangong-1. En otras palabras, que el módulo de 8,5 toneladas pierde altura y caerá a La Tierra en los próximos meses.
Las estaciones espaciales como la propia ISS no flotan indefinidamente en sus órbitas. De hecho, se encuentran en un área de microgravedad, lo que implica que van cayendo lentamente hacia la atmósfera. Cada cierto tiempo, los astronautas a bordo de estos laboratorios activan algún tipo de propulsor que impulse toda la estación a una órbita más elevada. En el caso de la ISS, esta corrección se realiza activando los impulsores de vehículos externos como el módulo ruso de servicio Zvezdá.
La Tiangong-1 nunca estuvo diseñada como un laboratorio permanente, pero su final llegará antes de lo previsto. En septiembre de 2016 la agencia espacial china confirmó que había perdido el control sobre la estación debido a un fallo técnico sin especificar y que esta caería de manera natural a la atmósfera en algún momento entre octubre de 2017 y abril de 2018. Sin embargo, la velocidad de descenso de la estación se ha acelerado mucho en los últimos meses. El astrofísico de la Unversidad de Harvard Jonathan McDowell calcula que la Tiangong-1 está a unos 300 km de altura y que su desintegración se producirá en un plazo mucho más breve, seguramente antes de que acabe el año.
La mayor parte de la estación se desintegrará al entrar en la atmósfera, pero McDowell explica que algunos fragmentos de unos 100 kilos sobrevivan la entrada y caigan a la superficie. La cuestión es que no se sabe dónde impactarán. Por pura estadística lo más probable es que caigan sobre el mar, pero no se sabrá hasta unos días o incluso horas antes de que ocurra.
La Tiangong subió a órbita en septiembre de 2011 y ha servido exitosamente hasta 2016. El módulo tiene capacidad para tres astronautas y se planteó como un prototipo para desarrollar una estación definitiva. En sus cinco años de servicio ha realizado con éxto numerosas misiones tripuladas y no tripuladas, y ha sido el lugar al que llegó la primera mujer astronauta china, Liu Yang en 2012.