La escritora cubana Zoé Valdés advierte del recorte de libertades actual
EFE
La escritora de origen cubano Zoé Valdés advirtió este lunes del recorte de libertades que se está viviendo en el clima político y social actual, y denunció las consecuencias negativas a las que se enfrentan los que critican las ideas de izquierdas.
«Hemos llegado a extremos en que a través del arte no se puede hacer una crítica», dijo Valdés en una charla en la que participó en en el Instituto Cervantes de Nueva York junto con el periodista venezolano del New York Times Boris Muñoz.
«La caricatura es imposible porque te ponen una bomba y te matan», insistió la poeta, novelista y bloguera nacida en Cuba y que se trasladó a vivir a París en 1994 huyendo del régimen de Fidel Castro.
Señaló asimismo que en la actualidad se está produciendo un «miedo a hablar y una corrección» para evitar enfrentamientos, conflictos y «situaciones complejas», que afirmó se está viviendo de forma «bastante evidente» y que afecta sobre todo a la gente joven.
«(Existe una) corrección del pensamiento, que es lo más grave a mi juicio. De que uno presienta, y no que sienta, que pensar puede ser peligroso», agregó.
Valdés reprochó además las complicaciones que surgen cuando, en concreto, se crítica al sector político de izquierdas, algo que afirmó suele desembocar en el rechazo y el aislamiento de quien expresa esas opiniones.
«Si por ejemplo escriben un artículo en el que no estás de acuerdo con alguien que tiene una visión (…) de izquierda, eso produce que se te cierren muchas puertas. Que te corten de muchos lugares, que no te inviten a otros», explicó.
La creadora de exitosas novelas como «La nada cotidiana» (1995) o «Te di la vida entera», finalista del Premio Planeta en 1996, reprendió duramente al régimen de Cuba, y describió el comunismo como una «plaga» que ha acabado destruyendo a La Habana del «art decó».
«Todo lo que toca el comunismo lo afea y lo destruye», declaró Valdés en la charla cuando se le preguntó por la situación en Cuba, a la vez que señaló que el número de «víctimas del comunismo son mucho mayores que las del fascismo».
Por otra parte, Valdés dio su punto de vista sobre la polémica en la que se vio envuelta hace seis meses al criticar a la joven activista estadounidense Emma González, que se dio a conocer cuando encabezó las protestas estudiantiles para pedir la regulación de armas tras el tiroteo en un centro educativo de Parkland (Florida) que dejó 17 muertos.
«No todo lo que uno dice puede sentar bien», dijo la escritora, que en una publicación el pasado marzo en su perfil de la red social Facebook criticó que González, de padre cubano, llevara en un discurso una chaqueta de color verde olivo, el mismo de los uniformes militares castristas.
«Ella puede vestirse como le de la gana, pero el verde olivo es un símbolo dentro del castrismo», agregó la autora. «Esa imagen, en adolescentes y niños, me molesta mucho», zanjó.