La empresa mexicana que quiere participar en el muro de Trump: “No es para traicionar a nadie”
El País
Theodore Atalla, que tiene una pequeña empresa de iluminación industrial en Puebla (México), no solo apoya el muro que quiere levantar Donald Trump en la frontera mexicana sino que ha pedido participar en la construcción. Ecovelocity es la única compañía domiciliada en México entre las más de 600 que se han registrado en el proceso de adjudicación de la barrera, un símbolo electoral para Trump pero una humillación para el país vecino.
«Vimos que estaban empezado con eso y pensamos que íbamos a poder apoyar algo en México», dice en una entrevista telefónica Atalla, de 58 años.
Nacido en Egipto, vivió en Estados Unidos y lleva 22 años en México. Tiene nacionalidad egipcia y estadounidense. Tiene la residencia permanente en México y está tramitando la ciudadanía. Se ve el resto de su vida en el país y no considera que su interés por el muro fronterizo sea una afrenta. Lo percibe como una vía para «mejorar» a México. «No es para traicionar a nadie. Es más, por si nosotros en México necesitamos algo, que se comuniquen con nosotros y los apoyamos», esgrime.
Atalla, que declinó facilitar una fotografía suya pidiendo respeto a su privacidad, aspira a iluminar el muro, sobre todo el lado de la frontera sur. «Somos una empresa mexicana, no creo que nos den trabajo en el otro lado», sostiene. Pero cree que tiene pocas opciones de ganar la adjudicación: «La verdad, lo dudo. Nada más lo puse ahí para ver qué pasa. La realidad es que no creo que vayan a contratar a una empresa mexicana que es importadora de luminarias de China y otros países. Lo hice para ver los resultados».
El empresario fundó en 2013 Ecovelocity, especializada en suministro de luces LED en obras públicas y privadas, pero dejó de participar en contratos con los gobiernos mexicanos porque, aduce, la corrupción está demasiado extendida.
Beneficios del muro
Atalla solo ve bondades en la barrera que quiere alzar Trump. Niega que México vaya a pagarla, como amenaza el presidente estadounidense, aunque ve posible que EE UU trate de sacar tajada a los intercambios comerciales. «México va a estar bien, no nos va a afectar nada», alega.
Argumenta que el muro «va a beneficiar a los dos países» en la seguridad fronteriza. «Se tiene que construir, hay muchos problemas allá», dice. «Nosotros deberíamos construir un muro en el sur porque estamos viendo un montón de inmigrantes en Puebla que llegan y están haciendo robos y son criminales», agrega en referencia a la llegada de indocumentados centroamericanos en la frontera entre México y Guatemala. En la construcción de ese otro muro, asegura, también participaría con «mucho gusto».
Atalla no se siente ofendido por la retórica incendiaria de Trump, como cuando acusó, en el discurso de anuncio de su candidatura, a México de mandar a violadores y criminales. Él dice haber presenciado cómo se sueltan a «cabrones» en cárceles fronterizas para que se encargue de ellos EE UU.
Y cree que a México no le vendría mal tener un presidente como Trump, sin experiencia política y que promete desbancar al establishment: «No me meto con él, está haciendo cosas por su país, quisiera tener alguien como ese para defendernos de las ratas que están en la política».