La emperatriz Masako en su 59 cumpleaños: «he pasado alegría y tristeza»
EFE
La emperatriz Masako de Japón, con motivo este viernes de su 59 cumpleaños, ha reflexionado sobre su vida como parte de la familia imperial japonesa y dijo haber pasado «muchos momentos de alegría, así como de tristeza».
«Quisiera expresar mi más sincero agradecimiento al emperador y a muchos otros que me han apoyado y velado por mí en cada paso del camino», dijo la emperatriz en un comunicado publicado este viernes por la Agencia de la Casa Imperial nipona.
La emperatriz quiso reflexionar sobre la situación global y se lamentó por todas las personas que han perdido la vida en guerras y conflictos recientes, así como en desastres naturales, y señaló que «es una tarea urgente que las personas de todo el mundo compartan su sabiduría, se unan y cooperen».
También se lamentó por la muerte de Isabel II el pasado septiembre, de quien recordó «su profunda inteligencia, que ha guiado a la gente a lo largo de los años, y la magnitud de su existencia».
Hizo referencia, asimismo, a algunas de sus visitas recientes a varias prefecturas japonesas, como la del pasado octubre a Okinawa para conmemorar el 50 aniversario desde que esta regresara a dominio nipón tras dos décadas de control estadounidense.
«Este año marca el 50 aniversario de la devolución de Okinawa a Japón y pude visitar la prefectura y fue una oportunidad para pensar profundamente sobre la paz, y una vez más grabar profundamente en mi corazón el valor y la importancia de la paz», afirmó la emperatriz.
En el comunicado también celebró la participación de Japón en el Mundial de Qatar 2022 y dijo que este le ha dejado «una impresión muy duradera y el coraje para enfrentar las dificultades, así como la ilusión por los sueños».
«La gente de todo Japón aplaudió con entusiasmo y la selección japonesa presentó una gran pelea. También se convirtió en una oportunidad para que los japoneses unieran sus corazones», afirmó.
Masako entró en la familia imperial japonesa en 1993, cuando tenía 29 años, tras contraer matrimonio con el ahora emperador Naruhito, y ambos subieron al trono del Crisantemo en 2019 para inaugurar la era Reiwa.
Desde 2003, se ha visto obligada a reducir su agenda pública debido a una condición que la Agencia de la Casa Imperial ha calificado oficialmente como «desorden de ajuste», aunque los expertos lo denominaban depresión y lo achacaban a las excesivas presiones sobre su figura y a la rigidez del protocolo imperial.
«Espero que el próximo año sea mejor y me esforzaré para que las personas en Japón puedan sentirse seguras y protegidas», concluyó la emperatriz.
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