La dolorosa historia que acabó con la vida de Gabriel en Los Angeles - 800Noticias
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Con información de Yahoo

El pequeño Gabriel Fernández tuvo una corta vida y una muerte terrible, apenas a los 8 años y tras sufrir graves torturas y lesiones, de acuerdo a la acusación judicial, a manos de su propia madre y del novio de ella. Ambos esperan juicio, pero el caso ha dado un giro luego de que cuatro trabajadores sociales del Condado de Los Ángeles, que tenían bajo su responsabilidad la supervisión de la suerte del menor, han sido arrestados por considerar que no actuaron de modo suficiente y oportuno para evitar la tragedia.

Como relata el periódico ‘Los Angeles Times’, la Fiscalía considera que cuatro empleados del Departamento de Servicios a Niños y Familias cometieron delitos al no actuar para proteger a Gabriel y les impuso cargos de abuso de menores y falsificación de documentos.

Así, Kevin Bom, Patricia Clement, Gregory Merritt y Stefanie Rodríguez fueron arraigados judicialmente, con fianza de 100,000 dólares cada uno. Estos trabajadores sociales habrían, de acuerdo a la acusación, minimizado las lesiones físicas, mentales y emocionales que sufrió el pequeño Gabriel y permitieron que continuara viviendo en su casa, donde fue sometido a constantes maltratos y torturas que al final le causaron la muerte.

Y la brutalidad que abatió al niño fue desmedida. Según ‘The Washington Post’ el niño padeció ocho meses de golpizas y humillaciones, perpetradas presuntamente por su madre, Pearl Fernández, y el novio de ella, Isauro Aguirre. Ambos habrían sometido al pequeño a palizas que lo dejaban sangrando y era forzado a dormir en un gabinete cerrado con llave, amordazado para que no gritara y sin poder ir al baño. Además, lo rociaban con spray de pimienta y era obligado a comer heces de gato y a ingerir sus propios vómitos. Además, lo forzaban a ir vestido con ropa de niña a la escuela y lo golpeaban de modo frecuente y rudo. En una ocasión su madre le habría roto varios dientes tras golpearlo con un bate en la cara.

De acuerdo a la televisora local KTLA, la madre del niño dijo que lo golpeaba por mentir y por “sucio”.

De acuerdo al ‘LA Times’, trabajadores sociales y alguaciles investigaron alegaciones de abuso infantil en contra del niño Gabriel, pero mientras lo hacían permitieron que él siguiera viviendo en su casa, expuesto a más y más violencia. Esos profesionales incluso sabían que el niño había escrito una nota de suicidio y tenía una posta incrustada en el pecho, pero no hicieron nada para ayudarlo médica o psicológicamente, y desoyeron continuas denuncias de un profesor del niño que reportaba los abusos.

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