La curiosa historia de la Fuente de los Perros - 800Noticias
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Oculto en el entramado del casco urbano de Bilbao, encontramos uno de los símbolos de la ciudad. Se trata de una fuente pegada a la pared con tres caños en forma de león. Con esos adornos, uno esperaría que fuese conocida como Fuente de los Leones, pero curiosamente es la Fuente de los Perros. El porqué lo encontramos detrás de dos leyendas que intentan justificar ese nombre.

La Fuente de los Perros se ubica en la calle del mismo nombre y está construida en estilo neoclásico. Es una obra del año 1800 y debe su diseño a los modelos franceses. La estructura está formada por una arquería triple en arcos de medio punto con dovelas decoradas con palmetas, a lo que se suma un frontón triangular con una placa donde se lee el año de su construcción: ‘Año de MDCCC’.

En cuanto al pilón, es una recreación arqueológica de un sarcófago romano. Sin embargo, lo que más llama la atención de la fuente son sus tres surtidores de bronce en forma de cabezas de leones con tocados egipcios.

Perro o león

La primera leyenda que trata de explicar por qué la Fuente de los Perros tiene cabezas de otro animal aduce al desconocimiento de la población acerca de cómo eran los leones. La historia cuenta que, en la época en la que se construyó, la sociedad bilbaína no sabía cómo era exactamente la apariencia de un león, ya que antes no habían visto ninguno antes.

Ante esa situación, determinaron que debían ser perros, por lo que finalmente se llamó a la fuente como tal. Sin embargo, la teoría se tambalea un poco, ya que los leones estaban representados en muchos escudos, con lo que no tendría mucho sentido que la sociedad bilbaína no supiera cómo era el animal.

Una burla

Por otro lado, una segunda leyenda trata de explicar el origen del nombre. En este caso, la teoría cuenta la historia del dueño de una casa ubicada en esa misma calle. Este bilbaíno decidió esculpir un león de piedra en la vivienda, como si fuera un guardián.

Pero ya sea por lo mal hecha que estaba la figura o para reírse de lo ostentoso del acto, los vecinos empezaron a referirse al animal como “el perro”. Esa burla llegó hasta tal punto que la calle tomó ese nombre, y posteriormente también la fuente.

Con información de 20Minutos. 

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