EFE: La crisis y la pandemia galopan de la mano en Venezuela
EFE
Venezuela cumplirá el miércoles medio año en cuarentena por la COVID-19, pero los contagios aumentan cada día y la pandemia galopa de la mano con la severa crisis que atraviesa hace más de un lustro el país suramericano, y que parece no tener fin en el corto plazo.
Hasta el lunes, la nación caribeña acumulaba 61.579 casos del nuevo coronavirus con 494 muertes -promediando unos 1.000 casos diarios en las últimas semanas-, mientras que el 16 de marzo pasado, cuando el presidente Nicolás Maduro ordenó la cuarentena, solo había 17 contagios confirmados.
Es decir, los casos diarios pasaron de un puñado a más de 1.000 en solo 183 días, un dato que deja ver que Venezuela aún no ha visto lo peor en materia de pandemia.
LOS ACADÉMICOS LANZAN DURA ALERTA
Esta es precisamente la advertencia que lanzó la semana pasada la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela, cuando dijo que «los casos que reporta diariamente el Gobierno continúan sin reflejar el tamaño real de la epidemia» en el país y estimó un importante subregistro.
En este sentido, los académicos alertaron en su último informe que Venezuela podría registrar hasta 14.000 casos diarios a fin de año si los contagios no disminuyen de manera significativa en las próximas semanas.
En su primer reporte de mayo pasado, la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales estimó que para inicios de septiembre los casos superarían los 4.000 cada día.
LA OPOSICIÓN DESCONFÍA DE DATOS OFICIALES
Pero el Gobierno venezolano ha informado de números más bajos en esta primera quincena del mes, y ninguno superior a los 1.124 contagios del pasado día 6.
La oposición venezolana, por su parte, desconfía de los partes sanitarios del Gobierno de Maduro, al que acusa de manipular los datos para ocultar la magnitud real de la pandemia en el país.
Según el diputado opositor José Manuel Olivares, nombrado comisionado para la Salud y Atención Sanitaria a los migrantes por el líder opositor Juan Guaidó -a quien medio centenar de países reconocen como presidente encargado-, en Venezuela hay, al menos, un subregistro de 60 % en muertes y casos totales por la COVID-19.
¿CUARENTENA RADICAL?
La cuarentena radical que el Gobierno de Maduro ordenó en marzo se cumplió solo varias semanas, cuando miles de ciudadanos la desafiaron agobiados por la crisis.
Efe pudo constatar que tan temprano como en mayo, cuando la cuarentena no cumplía los 60 días, los dueños de comercios abrieron sus puertas y los venezolanos se lanzaron a las calles para retomar sus labores y evitar, muchas veces, la quiebra y el hambre.
Más adelante, el propio Maduro ordenó flexibilizaciones parciales o generales de las iniciales medidas restrictivas, lo que ha permitido a 24 ramas de la economía abrir los comercios, siempre guardando las medidas de bioseguridad recomendadas por la OMS.
De las flexibilizaciones se han beneficiado incluso centros comerciales y gimnasios, que en Venezuela suelen ser espacios cerrados, un factor que eleva las posibilidades de contagio.
LA CRISIS POLÍTICA NO DA TREGUA
Y mientras luchan contra la pandemia, los venezolanos son testigos de como la crisis política no da tregua, con un Gobierno en disputa y unas elecciones en el horizonte que, lejos de aclarar las aguas, amenazan con enturbiarlas más.
Está previsto que el próximo 6 de diciembre se renueve el Parlamento, de amplia mayoría opositora y con dos directivas que declaran controlarlo, una de ellas liderada por Juan Guaidó y la otra por el disidente opositor Luis Parra.
El sector mayoritario de la oposición, que se agrupa bajo la figura de Guaidó, ha anunciado que boicoteará estas elecciones, que considera «una farsa».
LA OPOSICIÓN SIN ESTRATEGIA UNITARIA
Pero esta estrategia encontró respuesta en el mismo seno de la oposición con el regreso al primer plano del dos veces candidato a la Presidencia, Henrique Capriles, quien aboga por la participación, aunque señala que las condiciones de los comicios deben mejorar.
Esta martes, Guaidó declaró en la misma línea al pedir a Europa, durante su participación telemática en un acto organizado en Madrid por Nueva Economía Forum, que fije «los mínimos» para estos comicios.
«El gran rol de Europa en este momento es fijar en este proceso cuáles son esos mínimos para las elecciones, no hablamos de democracia si no hay un mínimo para convertir este proceso en un paso para la solución y no para que la dictadura lo use», dijo el líder opositor venezolano.
LA ECONOMÍA VENEZOLANA SE HUNDE
Al igual que en los países desarrollados, donde la pandemia dio al traste con el crecimiento, la economía venezolana se ha hundido con una inflación rampante que dejó a los ciudadanos sin poder de compra.
De acuerdo con el Parlamento, Venezuela ha acumulado hasta agosto una inflación del 1.079,67 %, un número muy por encima del último reporte del Banco Central (BCV), según el cual hasta julio los precios habían aumentado en un 491,9 %.
Esta alza ha dejado la cotización oficial de la moneda estadounidense en 363.164,98 bolívares, que a su vez ubica el salario mínimo venezolano en poco más de dos dólares.
Este fenómeno de alta inflación no es un problema que surgió con la pandemia, pero sí uno que los ciudadanos resienten más puesto que algunas actividades de servicios, que a algunos les permitían completar sus ingresos, se han visto cortadas.
Este panorama también ha agitado a la población, que muchas veces reclama en las calles el fin de la crisis.
Y es que, de acuerdo con el Observatorio de Conflictividad Social, en Venezuela se registraron durante agosto pasado unas 750 protestas por la crisis de servicios o la escasez de gasolina -un nuevo mal que enfrentan los ciudadanos-, una media de 24 cada día de ese mes.