La contaminación ambiental aumenta el riesgo de muerte fetal
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El 90% de la población respira aire contaminado según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y de acuerdo a las últimas estimaciones de este organismo cada año mueren en el mundo 13 millones de personas de forma prematura por causas ambientales. Algunos grupos de población son más vulnerables a la contaminación atmosférica, como los niños, los ancianos, las personas con enfermedades del aparato respiratorio, como el asma, o las embarazadas. De hecho, un nuevo y amplio estudio ha encontrado que la exposición a partículas finas ambientales PM2,5 –(partículas de menos de 2,5 micrómetros sólidas o líquidas que se generan por el tráfico y la industria)– durante el embarazo aumenta el riesgo de muerte fetal. En concreto, atribuyen casi un millón de mortinatos al año a la contaminación del aire, lo que representa casi la mitad de la cantidad total de muertes fetales que ocurren en todo el mundo.
El estudio, que recabó datos de 54 países de Asia, África y América Latina, donde se registran el 98% de los casos de bebés que nacen muertos, ha sido realizado por un equipo de investigadores afiliados a numerosas instituciones en China que han trabajado en colaboración con un colega en Estados Unidos y han comparado datos de las Encuestas del Departamento de Salud realizadas por USAID para recabar más datos sobre esta asociación. Estos científicos han encontrado un vínculo entre la contaminación del aire y las tasas de bebés que nacen muertos, especialmente en los países más pobres, según han publicado en la revista Nature Communications.
La calidad del aire influye en la muerte fetal
Se considera mortinato a un feto que nace muerto a partir de la semana 20 de embarazo, y en estudios previos se ha estimado que cada año se producen dos millones de estos nacimientos en el mundo, la mayoría en países subdesarrollados o con bajos recursos económicos. La muerte del feto en la última etapa del embarazo se debe principalmente a anomalías en el feto (anatómicas o genéticas), problemas de salud de la madre o con la placenta, o complicaciones durante el parto.
Los autores de la nueva investigación sospecharon que la contaminación del aire también puede desempeñar un papel en la muerte fetal, y que esto podría explicar por qué nacen tantos bebés muertos en el tercer mundo, y decidieron buscar posibles conexiones entre la calidad del aire y los bebés que nacen muertos. Para ello cruzaron datos de las encuestas del Departamento de Salud, comparando la cantidad de bebés que nacieron muertos por país con las tasas de contaminación del aire, enfocándose en la contaminación del aire por partículas finas PM2,5.
Los investigadores descubrieron un patrón evidente: los países con las tasas de bebés nacidos muertos más elevadas tenían mayores cantidades de contaminación del aire por partículas finas. A la cabeza de esta lamentable lista estaba India, que es el país con el promedio más alto de muertes fetales: 217.000 de 25 millones de nacimientos cada año, y que también se encontraba cerca de la parte superior de la lista de países con la peor contaminación del aire por partículas finas: investigaciones anteriores han demostrado que tiene un promedio de 60,15 Ug/m 3, mientras que la OMS ha establecido una pauta de 5 Ug/m 3 como un nivel seguro de contaminación del aire por partículas finas.
Los investigadores han declarado que sus hallazgos se puede utilizar de manera positiva, ya que una vez que se ha demostrado que respirar aire contaminado puede aumentar el riesgo de muerte fetal, las embarazadas pueden adoptar medidas para disminuir este riesgo y, por ejemplo, usar mascarillas N95 cuando estén al aire libre y evitar salir en los días particularmente malos, siempre que sea posible, además de emplear purificadores de aire en los espacios interiores.
Con información de WebConsultas
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