La confrontación política aumenta en las redes sociales, según un estudio
EFE
La confrontación política ha aumentado en las redes sociales mientras que se ha incrementado un 35 por ciento el tiempo que los usuarios se dedican a navegar en las diferentes plataformas, según un estudio difundido este miércoles.
El informe titulado “Digital 2020 October Global Statshot Report”, publicado en conjunto por las empresas Hootsuite y We Are Social, indicó que este año el crecimiento de usuarios en América Latina de redes sociales fue del 12,5% de octubre de 2019 al mismo mes de este año, con lo que ya suman 4.140 millones de usuarios en todo el mundo.
Alejandro Rubio, director de Philias, empresa especializada en nuevas tecnologías y redes sociales, dijo que en el caso de México -con 89 millones de personas con acceso a internet– se estima que el crecimiento de nuevas cuentas al finalizar el año en redes sociales supere el 15 % de crecimiento.
“Durante esta pandemia se ha incrementado la búsqueda de información en redes y Twitter es por excelencia la red de las noticias. El papel de esta red, así como la de Facebook, en la polarización de temas políticos, ha sido una más de las polémicas que han cobrado auge durante los meses de confinamiento, en el contexto de los diversos procesos electorales en el mundo”, señaló.
Rubio agregó que Twitter se mantiene como una de las herramientas de mayor influencia en materia de información y es un referente inmediato de declaraciones, temas políticos y eventos, aunque ello no implica que estén generando un conocimiento adecuado para los usuarios.
“También ha crecido la desinformación, por lo que es necesario no bajar la guardia e insistir en generar una cultura de la verificación que dé lugar a una audiencia crítica. Con frecuencia, el usuario de Twitter puede amplificar información de dudosa calidad, sin cotejarla con otras fuentes o en medios tradicionales”, señaló.
En ese sentido, destacó que sigue siendo un reto para las plataformas mantener saludable la llamada conversación orgánica y combatir otras formas no orgánicas de conversación como por ejemplo la cuentas ficticias o robóticas.