La Comisión vaticana contra los abusos escuchó nuevos testimonios de víctimas
EFE
La Comisión vaticana contra los abusos sexuales a menores creada por el papa Francisco escuchó nuevos testimonios de víctimas de sacerdotes y de familiares, en una asamblea celebrada este fin de semana en Roma.
«El Santo Padre ha enfatizado la importancia primordial de escuchar a las víctimas/supervivientes y de tener sus historias de vida como guías de la respuesta de la Iglesia para proteger a los menores del abuso sexual», señaló un comunicado de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores.
De acuerdo a la nota, «los miembros de la Comisión iniciaron su encuentro con dos testimonios de personas que han sufrido el abuso sexual por parte del clero: una víctima/superviviente y la madre de dos adultos supervivientes que fueron abusados cuando eran niños».
También se señaló la importancia de incidir ahora en «la prevención» para evitar que se repitan los graves abusos revelados los últimos años en numerosos países.
«El punto de partida de la Comisión no es investigar abusos; nuestro punto de partida es la prevención de los abusos», señaló el comunicado, que anunció «la puesta en marcha de una serie de proyectos piloto, el primero de los cuales será en Brasil».
El pasado febrero, el papa Francisco reactivó esta Comisión consultiva creada en 2014 a raíz de los escándalos sobre la revelación de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes, durante décadas, en numerosos países.
El mandato de tres años de la comisión había expirado meses atrás.
En declaraciones hoy al portal Vatican News, el cardenal Patrick O’Malley, presidente de la Comisión pontificia, señaló que los testimonios escuchados este fin de semana fueron los de «una mujer de América Latina que fue maltratada por un sacerdote y la madre de dos víctimas adultas de Estados Unidos».
«Una de nuestras iniciativas ahora es crear en varios continentes Survivors Advisory Panels (comités de consulta para los supervivientes)», el primero de los cuáles será en Brasil.
«Si la Iglesia es incapaz de responder con todo su corazón y hacer de este asunto una prioridad todas nuestras otras actividades de evangelización, obras de caridad y educación se verán afectadas. Esta debe ser la prioridad en la que debemos enfocarnos ahora», agregó.
La última asamblea de este organismo se ha celebrado apenas dos semanas después de un difícil viaje del papa a Irlanda, donde la herida de los abusos por parte de miembros de la comunidad eclesiástica sigue abierta.
El pontífice se reunió allí con un grupo de víctimas de estos crímenes, entre ellos Marie Collins, que formó parte de la Comisión pontifica para la protección de menores, pero que la abandonó al considerar que se estaban frenando sus actividades.
Coincidiendo con ese viaje, el arzobispo Carlo Maria Viganò, exnuncio en EEUU, publicó una explosiva carta en la que denunciaba que Francisco conocía y silenció las acusaciones contra el cardenal de ese país Theodore McCarrick.
Destacados vaticanistas han denunciado que la carta contiene numerosas imprecisiones y datos sin contrastar y la atribuyen a una campaña de los círculos más ultraconservadores opuestos a los nuevos aires que trajo este papa a la Iglesia.