Estos ataques se produjeron horas después del anuncio de Naciones Unidas en Ginebra del fin de las consultas entre los rebeldes y el gobierno, sin que se materializara ningún acuerdo de tregua ni se fijara ninguna fecha para nuevas consultas.
Los bombardeos se concentraron en las entradas norte, sur y oeste de Adén, la segunda ciudad del país, explicó a la AFP este responsable fiel al presidente en el exilio, Abd Rabo Mansur Hadi.
«El objetivo es aflojar el cerco de los hutíes alrededor de Adén y ayudar a los Comités de Resistencia Popular (combatientes hostiles a los hutíes) para que recuperen terreno perdido», declaró.
En respuesta, los rebeldes bombardearon barrios de Adén, matando a cuatro personas e hiriendo a muchas otras, afirmó este responsable.
Un hospital público confirmó el balance de cuatro muertos.
Además, el vicegobernador de Adén, Nayef al Bakri, indicó que un navío con un cargamento de ayuda del Programa Mundial de Alimentos no consiguió arribar al puerto de Adén a causa de los combates y tuvo que ser desviado al puerto de Hodeida (oeste), a orillas del mar Rojo.
El vicegobernador acusó a los hutíes de haber impedido que el navío entrara en Adén para que fuese desviado a Hodeida, cuyo puerto está bajo su control.
«(Los rebeldes) quieren privar de estas ayudas a los habitantes de Adén, que se les resisten», dijo.
En Adén, existe una gran escasez de víveres y medicamentos, por lo que enfermedades como el paludismo, la fiebre tifoidea y el dengue, que han proliferado por culpa de la insalubridad, no pueden ser tratadas.
Yemen ha sido arrasado por el conflicto entre los rebeldes chiitas y las tropas leales al exiliado presidente Abd Rabo Mansur Hadi, que huyó a Arabia Saudí en febrero.
Para apoyar a Hadi, una coalición dirigida por Riad comenzó una campaña de bombardeos contra los rebeldes el pasado 26 de marzo. Desde entonces, el conflicto ha causado 2.600 muertos, según la ONU.