La caída en la vacunación infantil pone en alerta a Brasil
Fuente: EFE
La caída en el índice de vacunación infantil ha puesto en alerta a Brasil, que enfrenta un brote importante de sarampión en el norte del país, lucha por evitar el surgimiento de otras enfermedades ya eliminadas e intenta contener la propagación de noticias falsas.
El virus del sarampión ha encontrado así una tierra fértil donde propagarse con una población local que se ha relajado a la hora de vacunar a sus hijos, al igual que algunos médicos que les atienden, según especialistas consultados por Efe.
El motivo por el qué Brasil vacuna menos, según el Ministerio de Salud, es por «la falsa sensación, en parte de la población, de que no hay más necesidad de vacunar e incluso, de algunos profesionales de la salud».
Sin embargo, las autoridades recorren estos días los humildes barrios de Manaus, capital del estado de Amazonas, para aplicar, puerta por puerta y con apoyo del Ejército brasileño, las vacunas contra el sarampión, en medio, incluso, de algunas amenazas de narcos.
La imagen se repite en otras ciudades del país, también en el estado de Roraima, donde además existe una crisis migratoria debido al éxodo de venezolanos que huye de la crisis de su país y que ha importado muchos de los casos.
En Amazonas y Roraima se han contabilizado ya 660 casos de sarampión confirmados y están bajo investigación unos 2.700 más, según datos oficiales. A esos hay que sumar los confirmados en Rio Grande do Sul (8), Río de Janeiro (7), Sao Paulo (1) y Rondônia (1).
Carla Domingues, coordinadora del Programa Nacional de Inmunizaciones, resalta a Efe que «la población parece no reconocer más esas enfermedades como un importante problema de salud pública» y como consecuencia «hay un relajamiento en la no procura de la vacuna».
También pone el acento sobre los profesionales de la salud, muchos de los cuales, por una cuestión generacional, nunca han tratado estas enfermedades en sus consultas y por tanto, no han recomendado la inmunización «de una forma tan fuerte» como en anteriores décadas.
«Hoy no hay una vibración en relación a las campañas, que acontecen todos los años. Brasil no paró, pero la comunicación parece que no está consiguiendo hacer entender a las personas que aún es importante vacunarse», afirma a Efe Isabella Ballalai, pediatra y presidenta de la Sociedad Brasileña de Inmunizaciones (SBIm).
El brote de sarampión ya es un «riesgo real» en Brasil. La polio, por el momento, «es un riesgo teórico, pero existe», alerta Domingues y más teniendo en cuenta que en 312 municipios menos del 50 % de los niños no fueron vacunados contra esta dolencia.
En este sentido, Brasil realizará desde el 6 hasta el 31 de agosto una campaña nacional de vacunación contra la polio y el sarampión.
«Basta con tener una comunidad con una cobertura baja y esas enfermedades pueden volver por allí», afirma Ballalai.
«La vacuna no es opción, es una obligación», completa Domingues.