La bailarina que busca representar a Venezuela en México - 800Noticias
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800Noticias | @CrisbelVarela

De niños, la mayoría de las personas hacen referencia a lo que quieren ser de grandes, a qué quieren dedicar su vida, eso que de pequeños llaman sueños. Y para Verónica Canelón (a quien sus amigos conocen como Vero), era ser bailarina, como esas que su mamá la llevaba a ver en El Cascanueces en el Teatro Teresa Carreño. Ya con 19 años en su haber tiene la certeza de que aunque “dedicarse al arte en Venezuela es complicado”, no desiste de querer continuar su carrera.

Sus primeros pasos en el mundo de la danza, fueron cuando tenía tres años de edad. Comenzó practicando ballet, para después ir ampliando a otros estilos (danza árabe y merengue) en distintas academias.

Foto: Gleybert Asencio

Canelón era y sigue siendo una persona a la que le gusta el arte en todas sus formas, pero a los 9 años el sobrepeso infantil la hizo cambiar de actividad, una que la ayudara a rebajar 15 kilos, lo que logró gracias a la gimnasia rítmica. 

“El proceso fue difícil porque bailaba desde muy pequeña y me dijeron no puedes bailar hasta tener una actividad donde tengas mayor impacto físico. Fue cuando me dijeron de la gimnasia rítmica, que era lo más parecido, pero además no era solo separarse de la danza sino el bullying que sufrí en la escuela, la gente no tenía filtro y no saben como me sentía. Incluso cuando ya estaba delgada duré un tiempo con problemas alimenticios, mi piel estaba estirada. Fue muy fuerte”, confesó la artista. 

Foto: Gleybert Asencio

“Desde pequeña supe que quería ser artista. Sinceramente no sabía si quería ser modelo, si quería ser bailarina, actriz, pero mi primer acercamiento a ese deseo de niña fue la danza”.

Tras ese episodio de su infancia, vuelve a rencontrarse con la danza en el ballet clásico, luego en Danza Nacionalista El Ditirambo, entre otras escuelas hasta llegar como referida a la maestra Rita Ordeli, con quien se formó durante cinco años.

“Llevo 16 años en este mundo lleno de escenarios, gente que se ha convertido en mi familia, personas que me acompañan hasta el sol de hoy y otras que solo me mostraron el camino, un lugar abstracto donde la sensibilidad está a flor de piel y en donde definitivamente he crecido como ser humano”, confiesa la joven artista, quien clasificó para representar a Venezuela en el Universal Dance World Championship, que tendrá lugar en Cancún (México) en septiembre de este año.

Foto: Gleybert Asencio

En el 2020, en medio de la pandemia, Canelón participó en la competencia que era a través de una plataforma virtual, obteniendo la mayor clasificación de su categoría. De esta forma le dan la oportunidad de representar a Venezuela en el Universal Dance World Championship, pero el tiempo no le alcanzó para reunir el dinero suficiente y poder hacer el viaje en 2021.

Este año, dado el nivel de puntaje obtenido en su participación, le extendieron nuevamente la invitación.

“La competencia de Cancún era para julio 2021, pero no pude asistir ya que empecé a ahorrar dinero desde diciembre y en marzo del 2021 cae la cepa brasileña y mis padres perdieron los ahorros que tenían, más lo que yo estaba ganando. Todo lo que teníamos ahorrado lo gastamos y ya no tenía el dinero para viajar, porque a pesar de que gané el latinoaméricano, ellos me exoneran una parte del dinero pero no completo. Entonces no pude asistir. Este año los organizadores de la competencia me escriben hace 2 meses que mi puntuación seguía alta y reclasifiqué de nuevo al mundial”

“Yo de verdad daba esa competencia por perdida y estuve muy deprimida cuando no pude ir después de lograr algo tan grande”, contó la bailarina, quien a pesar de las dificultades sigue creyendo como cuando era niña, en ese deseo de seguir creciendo, como cuando a los cuatro años dijo que quería bailar un día en el Teresa Carreño y lo logró con El Cascanueces en 2018.

Foto: Gleybert Asencio

La bailarina de los muebles

Para llegar hasta la competencia, la joven se preparó en medio de la pandemia, con contratiempos por el espacio para practicar, pero llena de ilusión y con el impulso de sus profesores de Pentagrama, que es su academia actual.

La pandemia, fue uno de los golpes más fuertes que ha recibido el sector cultural y con ella en 2020 se habían cancelado los ensayos para bailar en las academias. Entonces el hogar de la joven se convirtió en su lugar de práctica, en conjunto con los muebles y todo lo que complementaba la sala. 

“Yo jamás había participado como solista lírico, siempre he practicado en grupos. Me encantaba hacer solos pero más que todo freestyle y era para mí desahogo, para crear pasos nuevos. En la pandemia yo dejé de entrenar. Me frustraba muchísimo recibir clases online porque no era lo mismo y cada vez que intentaba entrenar o hacer la clase me chocaba con un mueble, con la mesa y caí en un hueco, en esos huecos que caen siempre la mayoría de los artistas. Luego busqué usar lo que me pasaba como herramienta y en la casa empiezo a hacer un poco de experimentos, haciendo solos con los muebles y las sillas”.

Foto: Gleybert Asencio

A partir de ese momento los profesores de Canelón vieron la iniciativa y la impulsaron a participar, a pesar de que la joven sentía que no estaba tan preparada como lo estarían los bailarines de otros países. Sin embargo clasificó y ahora se prepara con la esperanza de poder representar a Venezuela en México. 

Canelón, quien también estudia actuación con La Compañía de Actores, creó un Gofundme para recaudar el dinero que necesita y poder representar a Venezuela en Cancún. La bailarina requiere del pasaporte para lo que ya tiene cita y la visa mexicana. Hasta ahora ha recaudado $245 de 2000.

«Estoy tocando la puerta en Conviasa para que me puedan ayudar con el pasaje, pero todavía no tengo respuesta concreta».

La artista considera que dedicarse al arte en Venezuela no es una tarea fácil, pero asegura es a lo quiere seguir apostando y hace una crítica para que se den oportunidades a los nuevos talentos. 

“Es muy difícil dedicarse solo al arte y más aún en Venezuela. Aquí no se presenta la magnitud de oportunidades de proyectos en comparación con fuera del país, por lo tanto afuera siempre hay un papel para todos, aquí no porque a veces siempre toman a las mismas personas para los proyectos porque tiene que ver más con los contactos”.

Foto: Gleybert Asencio

“La danza para mí significa más que una disciplina. Es el momento donde de verdad me encuentro conmigo misma (…) Siento que es lo que soy, ese pequeño escape donde no me importa nada, no tengo que ocultar nada, solo soy yo en mi máxima expresión. Creo que todas las personas buscan eso toda la vida, como un hogar para sí mismos, en dónde son ellos y vibran. Eso es lo que me pasa con la danza y es más que suficiente porque en ese momento siento que soy mi mejor compañía”, sentenció respirando profundo.

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