La ayuda humanitaria de Brasil pendiente de llegada de camiones venezolanos
EFE
El envío a Venezuela de la ayuda humanitaria acopiada en Brasil quedó pendiente este viernes de la llegada de camiones del vecino país, que fue impedida por el cierre fronterizo decretado por Nicolás Maduro.
Las autoridades brasileñas reunieron cerca de 200 toneladas de alimentos y medicinas en Boa Vista, capital del fronterizo estado de Roraima, que tenían previsto transportar hacia Venezuela este sábado vía Pacaraima, localidad unos 200 kilómetros al norte y situada en la propia línea limítrofe.
Sin embargo, el Gobierno de Jair Bolsonaro puso como condición que esa carga sólo saldría de Boa Vista en «camiones venezolanos, conducidos por venezolanos», y hasta ahora solamente un vehículo procedente del vecino país ha llegado a esta ciudad.
Lo reconoció en rueda de prensa el portavoz de la Presidencia de Brasil, Otavio do Rego Barros, quien aclaró que la operación para entregar esa ayuda se mantiene, pero dio a entender que por la falta de camiones venezolanos, pudiera realizarse en los próximos días.
Según el portavoz, si este sábado hay «alguna dificultad» para el transporte, se realizarán nuevos intentos «en días siguientes».
Lo mismo dijo la embajadora designada por el jefe de la Asamblea Nacional venezolana, Juan Guaidó, ante el Gobierno brasileño, María Teresa Belandria, quien aseguró a Efe que «la operación continúa» y que la ayuda llegará a los venezolanos que la precisan.
El Gobierno brasileño anunció que mantendrá un «gabinete de crisis» que estará pendiente de la evolución de los acontecimientos sobre todo en la ciudad fronteriza colombiana de Cúcuta, donde el propio Guaidó encabeza una delegación que intentará forzar el ingreso de la ayuda humanitaria acopiada en esa urbe.
Asimismo, analiza alternativas para garantizar la electricidad en Roraima, el único estado del país que no está conectado a la red nacional y que depende de la hidroeléctrica venezolana de Guri, lo cual pudiera favorecer otra represalia de Maduro.
Del mismo modo, fuentes oficiales dijeron a Efe que se estudian medidas para evitar que la fronteriza Pacaraima quede desabastecida de gasolina, pues el único puesto de combustible en esa zona es de la empresa venezolana PDVSA, ubicado a 100 metros de la frontera, pero en territorio del vecino país.
Durante esta jornada, en Brasil hubo diversas conjeturas sobre un posible de tropas «bolivarianas» hacia la frontera y hasta de una no confirmada instalación de misiles venezolanos en las proximidades de la frontera.
El portavoz de Bolsonaro, sin embargo, no confirmó nada de eso y agregó que Brasil no prevé «ninguna posibilidad de ataque en este momento», para añadir que la decisión de prestar la ayuda pedida por Guaidó y rechazada por Maduro es «exclusivamente» humanitaria.
Así como impidió la llegada de los camiones, el cierre del paso fronterizo causó protestas de venezolanos que cruzan cada día para comprar alimentos o trabajar en Pacaraima y que llegaron hoy a través de zonas boscosas, burlando así a pequeños grupos de soldados «bolivarianos» que bloquean la carretera que enlaza ambos países.
La tensión creció con una momentánea apertura de la frontera para el paso de dos ambulancias que trasladaban a siete personas heridas de bala en incidentes ocurridos en una comunidad indígena a unos 60 kilómetros al norte y en territorio venezolano.
Los heridos fueron ingresados en el Hospital General de Roraima, en Boa Vista, donde fuentes médicas explicaron que todos presentan heridas de bala y tres de ellos se encontraban en estado grave.
Según denunciaron diputados opositores, los hechos ocurrieron durante una protesta de indígenas pemones que exigían que se permita el paso de la ayuda humanitaria y fueron reprimidos por la Fuerza Armada Bolivariana.
De acuerdo a informaciones procedentes de Venezuela, al menos dos personas murieron en esos disturbios y un total de quince resultaron heridas, entre las que figuran las siete que fueron trasladadas a Brasil.