La aracnofobia nació en las cavernas
¿Quién no ha brincado de miedo al ver una araña? Puede que parezca que este comportamiento tan habitual se ha generalizado en los últimos siglos, pero lo cierto es que, según una investigación realizada por la Universidad de Columbia la aracnofobia es un comportamiento que se encuentra en nuestro ADN desde hace cientos de miles de años.
Según afirma la investigación, la aracnofobia podría ser un producto de la evolución. Y es que, estos animales representaban un gran peligro para los seres humanos en lugares como África, donde su veneno podía acabar con la vida de un ser humano en pocos minutos, así lo publica ABC.es.
Al parecer, aquel terror que producían dichos animales en aquellos primitivos homínidos podría haber creado una marca en nuestro ADN, generando el miedo a las arañas.
A principios de la evolución humana, sobrevivieron aquellos que tenían una gran habilidad para detectar animales, sobre todo aquellos que podían descubrir a los más cautelosos. El autor principal, Joshua New, ha explicado que durante numerosas especies de arañas, con venenos potentes, existían en África mucho antes que los homínidos y durante decenas de millones de años han coexistido.
Los seres humanos estaban en riesgo perenne, imprevisible y significativo ante el encuentro con arañas muy venenosas en sus ambientes ancestrales. Incluso cuando no era mortal, la picadura de, por ejemplo, una viuda negra en el mundo ancestral podría dejar incapacitado durante días o incluso semanas a un hombre, tiempo en el que se exponía a numerosos peligros», ha señalado el experto.
La investigación analizó la rapidez con que la gente podía detectar una araña cuando se presenta, frente a otras imágenes conocidas, como moscas o gusanos, para estudiar la capacidad de reacción de las personas. De los 252 estudiados, la mayoría reconoce a las arañas mucho más rápido que al resto.
Sin embargo, otras teorías que se han propuesto para explicar el miedo humano a las arañas. El profesor de psicología de la Universidad de Plymouth, Jon May, sugirió que son las piernas angulosas, colores oscuros y los movimientos impredecibles que hacen su visión desagradable para los humanos.
Fuente: quo.mx