La Alba aboga en Cuba por la concertación, la cooperación y la integración
EFE
La XVI Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-TCP) celebrada en La Habana abogó por el compromiso con la «concertación política», la «cooperación consciente» y la «integración».
La declaración final de la Cumbre se conoció en el acto de clausura, al que asistió el primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal), Raúl Castro, junto al presidente de la isla, Miguel Díaz-Canel, y los jefes de las delegaciones de la Alba, entre ellos, los mandatarios de Venezuela, Nicolás Maduro, de Bolivia, Evo Morales, y de Nicaragua, Daniel Ortega.
La cita que celebró el 14 aniversario de su creación por los fallecidos líderes de Cuba, Fidel Castro, y de Venezuela, Hugo Chávez, los miembros de la Alba apostaron por construir un nuevo orden internacional caracterizado por ser «democrático, inclusivo, justo y equitativo».
Además hizo un llamamiento a promover «la cooperación y el multilateralismo», así como a repudiar «el intervencionismo y las acciones coercitivas unilaterales» que consideran son contrarias a la carta de las Naciones Unidas y del derecho internacional, además de amenazar la paz y seguridad mundial.
En ese sentido, los países miembros de la Alba pidieron que la Organización Mundial de Comercio (OMC) adopte medidas para «enfrentar las violaciones» en ese apartado.
La Cumbre del bloque regional también condenó los actos agresivos contra Venezuela, manifestó su apoyo a su presidente, Nicolás Maduro, y rechazó la «injerencia» del gobierno de Estados Unidos y de la Organización de Estados Americanos (OEA) en los asuntos del país suramericano y de Nicaragua.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, hizo una intervención en la que subrayó que son muchos los avances de la Alba en los distintos programas que ha impulsado en sectores como la educación y la salud, pero también recalcó que el primer reto que tiene es el desarrollo económico frente a «ataques, amenazas y medidas coercitivas» en ese ámbito.
«Estamos sometidos a una de las presiones más brutales que se hayan conocido en la región», afirmó Maduro, al tiempo que denunció que hoy se está viviendo una etapa «compleja, dura, difícil» porque «corrientes neofascistas» han tomado posiciones importantes de poder en América Latina y el Caribe.
Se refirió a la existencia de «condiciones adversas» que amenazan a Venezuela con una «escalada belicista» aliadas «a los supremacistas que hoy gobiernan el imperio estadounidense».
Maduro dijo que hay importantes gobiernos en América Latina que están en manos de una «derecha intolerante» que prácticamente llevaron a la desintegración del Mercosur y a congelar la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Maduro reconoció que «se han cometido errores que en algunos casos se están pagando caros y han hecho a algunos países retroceder en donde se pensó nunca más volver, al neoliberalismo salvaje, al sálvese quien pueda».
En ese sentido insistió en la importancia de revitalizar la Alba como el «gran actor político que ha sido y es» en la región, así como de impulsar los programas y misiones sociales generados por ese mecanismo de integración, con el fin de preservar la confianza en los gobiernos progresistas.
Durante esta reunión de la Alba, los delegados pasaron un balance del trabajo desarrollado por ese bloque, en los últimos años y analizaron la situación actual de América Latina en que enfrenta uno de sus momentos más complicados, ante el viraje a la derecha que experimenta la región y la abierta hostilidad de Estados Unidos.
Además de Venezuela y Cuba, este mecanismo integracionista reúne a actualmente a Antigua y Barbuda, Bolivia, Dominica, Nicaragua, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Granada y San Cristóbal y Nieves.