Kremlin rechaza intento de culpar a Rusia por corte de gas
EFE
El Kremlin rechazó hoy categóricamente cualquier intento de culpar a Rusia por la suspensión indefinida del suministro de gas a Europa a través del gasoducto Nord Stream, y responsabilizó de nuevo a Occidente por considerar que son las sanciones las que impiden el funcionamiento de la infraestructura.
«Vemos intentos constantes de hacernos responsables y culpables de lo que sucede, rechazamos categóricamente estos intentos e insistimos en que es justamente Occidente (…) el culpable de que la situación llegase a este punto», afirmó en su rueda de prensa diaria el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.
«Los problemas con el bombeo surgieron debido a las sanciones impuestas en contra de nuestro país y en contra de una serie de compañías por parte de los estados occidentales, incluyendo a Alemania y el Reino Unido. No hay otros motivos que generen problemas para el bombeo», indicó Peskov.
Peskov señaló que «solo queda operativa una turbina y con fallas, con roturas, lo cual conduce al cese del bombeo».
«Teniendo en cuenta que las sanciones se mantienen, que generan un desorden jurídico y práctico absoluto en todo lo relacionado con el servicio técnico de todos los equipos e instalaciones, pues por ahora solo queda confiar en que se podrá poner en marcha esa única turbina», añadió.
El consorcio gasístico ruso anunció el viernes que suspendía completamente el flujo de gas a Europa a través de Alemania debido a una fuga de aceite encontrada en una turbina de la única estación compresora aún en funcionamiento, algo que la Unión Europea (UE) ha tachado de «falacia» y como una prueba más de que Rusia no es un suministrador fiable.
Respecto a la posibilidad de que Rusia deje de suministrar ya petróleo a Occidente tras el acuerdo del G7 para limitar los precios del crudo ruso, Peskov señaló que no se trataría de una medida preventiva.
«Siempre se tratará de una medida de respuesta», indicó.
Anteriormente el viceprimer ministro ruso Alexandr Novak alertó de que en caso de que se aplicase un tope a los precios del crudo ruso, Moscú detendría los suministros de petróleo.