Kiev y sus aliados rechazan la implicación de Ucrania en el atentado de Moscú
EFE / Foto referencial
Tanto Ucrania como sus aliados occidentales insisten en rechazar la implicación en el atentado de Moscú de Kiev, y sugieren a Rusia que, en vez de buscar pistas falsas, preste atención a sus verdaderos problemas y luche contra la radicalización y el terrorismo en su propio país.
Sería «estúpido» que alguien que acaba de cometer una matanza intentara escapar a Ucrania, dijo a EFE Oleksandr Kovalenko, experto militar del Grupo de Resistencia Informativa.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha afirmado que los presuntos autores del atentado, reivindicado por el Estado Islámico (EI) y que dejó al menos 137 muertos, planeaban cruzar por «una ventana preparada» en la frontera ruso-ucraniana.
«La frontera está cerrada y fuertemente vigilada desde hace más de dos años. Los terroristas tendrían que atravesar de alguna manera numerosos puestos de control de la Policía, la Guardia Nacional y los Servicios de Seguridad rusos», explicó el experto.
A lo largo de la frontera, en las regiones rusas de Briansk, Kursk y Bélgorod, se concentran también grandes grupos del Ejército ruso, mientras prosiguen los «acalorados combates» contra las incursiones de los combatientes anti-Putin apoyados por Ucrania, subrayó Kovalenko.
Los presuntos autores fueron detenidos cerca de la frontera de Rusia con Bielorrusia, recordó también Kovalenko.
Señaló que el embajador bielorruso en Rusia afirmó después que «se les impidió cruzar a Bielorrusia», lo que «contradice» las alegaciones de Putin sobre su vinculación con Ucrania.
El experto considera que las afirmaciones de Rusia sobre la implicación ucraniana son un intento de «demonizar» a Ucrania dentro de Rusia y en Occidente.
«Rusia intenta etiquetar a Ucrania como país terrorista y hacer así que sus aliados en Occidente disminuyan su apoyo», subrayó.
Apoyo cerrado de Occidente
Los aliados de Ucrania y los analistas extranjeros coinciden en su valoración de que Ucrania no ha tenido nada que ver con el ataque.
El Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en EEUU, cree que el EI es «muy probablemente responsable» del ataque, a pesar de los continuos esfuerzos del Kremlin por «vincular infundadamente a Ucrania» con el mismo.
«No hay pruebas de que Ucrania esté vinculada a este atentado y pedimos a las autoridades rusas que no utilicen el ataque terrorista en Moscú como pretexto para aumentar la agresión ilegal contra Ucrania», ha declarado el portavoz de Asuntos Exteriores de la Comisión Europea, Peter Stano.
Sería «cínico y contraproducente para Rusia y sus ciudadanos» que Rusia volviera a la «instrumentalización» del atentado, advirtió también este lunes el presidente francés, Emmanuel Macron.
Desinterés de Rusia por establecer la verdad
Diversas personalidades de Ucrania, entre ellas su presidente, Volodímir Zelenski, han sugerido que Rusia ha estado manipulando el atentado en la sala de conciertos Crocus City Hall para sus propios fines o que puede haber sido responsable del mismo de una u otra forma.
Timofí Milovánov, presidente de la Escuela de Economía de Kiev señalo por su parte en su cuenta X que todo lo que diga Rusia sobre los organizadores del atentado seguirá siendo «muy dudoso», porque las confesiones han sido «arrancadas con tortura» a los presuntos autores.
«Rusia está más interesada en la intimidación y el poder que en averiguar la verdad», subrayó.
Ignorar la amenaza real
A Rusia le convendría centrarse en sus problemas reales, como el terrorismo o la pobreza, sugirió.
«Putin debería haber prestado atención a los problemas reales de Rusia, entre ellos la radicalización y el terrorismo. Este no es el primer atentado terrorista», subrayó.
En lugar de eso, mientras las principales fuerzas de Putin están atadas de manos en Ucrania, prefiere echar toda la culpa a este país antes que enfrentarse a la amenaza del EI, recalcó el exasesor del jefe de la oficina de Zelenskyi.
Para Kovalenko, la masacre en Moscú es una posible señal de «la degradación» del aparato de seguridad ruso, impregnado y corrompido desde hace años por una amplia propaganda antiucraniana.
«Inventan amenazas falsas, pero no se dan cuenta y no dirigen los recursos a las verdaderas», opinó.
