Kiev aguanta un día más el asedio ruso a la espera de ayuda - 800Noticias
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800 Noticias | EFE

La capital de Ucrania se niega a someterse al invasor ruso. Las tropas enemigas intentan estrechar el cerco en torno a Kiev, pero aún no han logrado aislar la ciudad del resto del país.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, escenificó el estoicismo de los habitantes de Kiev al pasear por el barrio gubernamental acompañado de sus asesores más cercanos.

«Estamos aquí. Estamos en Kiev. Estamos defendiendo Ucrania», dijo, en un vídeo divulgado por la Presidencia para levantar el ánimo de la tropa y de una alicaída población, que se teme lo peor.

De esta forma, intentaba combatir la guerra de desinformación en la que también se ha convertido este conflicto.

ENEMIGO RUSO A LAS PUERTAS DE KIEV

A decir verdad, las tropas rusas avanzaban el jueves sin remisión por la región de Kiev, pero su ofensiva se ha estancado a unos 30 kilómetros de esta ciudad de tres millones de habitantes.

Tropas rusas retomaron hoy el estratégico aeródromo de Hostomel, «asegurando el bloqueo de la ciudad de Kiev» desde el oeste, según explicó el portavoz ruso de Defensa, el general Ígor Konashénkov.

Según las autoridades ucranianas, en estos momentos tienen lugar «fuertes combates» en el barrio de Bucha, donde habría sido liquidada un destacamento ruso.

Durante el día se informó incluso de otro destacamento ruso había entrado en Kiev, concretamente en el distrito de Obolón, pero dicha incursión fue repelida por los soldados ucranianos.

El Ejército ucraniano admitió que intenta frenar el avance de los tanques enemigos en la localidad de Ivankiv, a unos 80 kilómetros de Kiev, para lo que volaron un puente.

En caso de romper esas líneas ucranianas, los tanques rusos tendrían el camino expedito hasta llegar a los márgenes del río Dniéper, que baña la capital.

«Kiev resistirá. Los ciudadanos (…) se han apuntado en masa a las unidades de defensa territorial, se armaron y están dispuestos a defender la ciudad. No será fácil, pero no entregaremos la ciudad», dijo la viceministra de Defensa de Ucrania, Hanna Malyar, en Facebook.



MÁXIMA ALERTA Y ÉXODO MASIVO

Kiev se encuentra en estado de máxima alerta. Apenas hay gente o coches en las calles. Tiendas, restaurantes y bancos han bajado las persianas. La céntrica plaza de la Independencia (Maidán) amaneció completamente desierta.

Las sirenas suenan varias veces al día. Entonces, la gente busca cobijo en refugios antiaéreos o el metro construido en tiempos soviéticos en previsión de una guerra nuclear con EEUU en plena Guerra Fría.

«La situación es ahora muy peligrosa. La noche y las primeras horas de la mañana van a ser muy duras. Las tropas rusas se están concentrando cerca de Kiev», dijo el alcalde de Kiev, Vitali Klitschkó, en un llamamiento a sus conciudadanos.

Los accesos a los principales edificios oficiales han sido bloqueados y son vigilados por las fuerzas especiales. Es el caso de la Rada Suprema o Parlamento.

Los militares impiden tomar imágenes de dichos inmuebles y las fuerzas de autodefensa buscan ávidamente grupos subversivos o soldados con falsas insignias ucranianas. Incluso los reporteros son objeto de cacheos.

Los más antiguos del lugar recuerdan 1941, cuando el Ejército alemán invadió Kiev, entonces capital de la república socialista soviética de Ucrania.

No en vano, la estación central de Kiev se convirtió hoy en un auténtico hormiguero de ucranianos en busca de un billete de tren para refugiarse en el oeste del país o directamente abandonarlo con destino a Polonia.



ZELENSKI OFRECE NEGOCIACIONES A PUTIN

Al tiempo que ordenaba a sus tropas «mantenerse firmes», Zelenski propuso a Putin sentarse en la mesa de negociaciones «para detener la muerte de seres humanos».

Moscú parecía dispuesto a enviar una delegación negociadora, pero pocas horas después Putin animaba abiertamente a los militares ucranianos a tomar el poder.

«Según nuestra información, soy el objetivo número uno del enemigo. Mi familia el segundo. Quieren destruir Ucrania políticamente al destruir al jefe de Estado», dijo la víspera Zelenski.

Mientras, las hostilidades se intensificaron en la región de Járkov, al igual que en el sur del país, donde la situación es «muy difícil», según reconocieron los asesores presidenciales.

Los militares rusos anunciaron a media tarde el bloqueo de Chernígov, urbe que se encuentra a unos 150 kilómetros de la capital, y cuya región limita con Rusia y Bielorrusia.

Además, los combates también se recrudecieron en la línea de separación del Donbás, donde los prorrusos pueden haber avanzado varios kilómetros.

Tropas rusas y milicias rebeldes tienen en su punto de mira el puerto de Mariúpol (mar de Azov), cuya toma les permitiría crear un corredor terrestre hasta la anexionada península de Crimea, aunque las autoridades locales insisten en que «la situación es controlable».


 

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