Kapping: qué es y cómo se hace
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El cuidado de las uñas ha evolucionado a lo largo del tiempo, y en la actualidad, una técnica que ha ganado gran popularidad es el «kapping». Este término, derivado de la palabra inglesa «cap» (gorra en español), hace referencia a una innovadora práctica de cuidado de uñas que utiliza una «gorra» o capa protectora para fortalecer y embellecer las uñas. A diferencia de otras técnicas convencionales, el kapping se centra no solo en la estética, sino también en proporcionar una protección adicional a las uñas, favoreciendo su salud y crecimiento.
Qué es el kapping
Dentro de todas las nuevas técnicas que han surgido para el cuidado de uñas, el kapping nace como una práctica distintiva que va más allá de la simple aplicación de esmalte con fines estéticos. Se trata de una práctica que busca proporcionar una capa protectora, actuando como una barrera entre las uñas y los factores externos que podrían afectar su salud. La esencia del kapping radica en su enfoque en fortalecer las uñas desde su base, consiguiendo un crecimiento saludable y ofreciendo una solución duradera para aquellas personas que buscan más que solo estética en su rutina de cuidado de uñas.
Con las nuevas técnicas de manicura y el estilo de vida que se tiene actualmente, las uñas de muchas personas se pueden ver afectadas, notando que crecen mucho más finas, débiles y delicadas. Para todos estos casos, el kapping es una técnica muy aconsejable que busca protegerlas y devolverles su poder.
Beneficios del kapping
El kapping presenta una serie de beneficios que lo posicionan como una opción muy atractiva para toda la gente concienciada con el cuidado de uñas. Estos son algunos de sus beneficios para comprender por qué el kapping está ganando popularidad.
Fortalecimiento duradero: el uso de una capa protectora en el kapping contribuye significativamente al fortalecimiento de las uñas. Esta capa actúa como un escudo, reduciendo la posibilidad de roturas y astillas, promoviendo así uñas más fuertes y resistentes.
Estímulo del crecimiento: al proporcionar una capa de protección adicional, el kapping crea un ambiente propicio para el crecimiento saludable de las uñas. Al protegerlas de factores externos, como productos químicos agresivos, se estimula un crecimiento más robusto y saludable.
Durabilidad: una de las características destacadas del kapping es su durabilidad extendida. La capa protectora no solo fortalece las uñas, sino que también prolonga la duración del esmalte aplicado sobre ella, reduciendo la necesidad de retoques frecuentes y proporcionando un aspecto impecable por más tiempo.
Protección integral: el kapping actúa como una barrera efectiva contra agentes externos que podrían dañar las uñas. Desde productos de limpieza hasta las inclemencias del tiempo, esta capa protectora resguarda las uñas de posibles daños, manteniéndolas saludables y bonitas.
Cómo se hace el kapping
Preparación: inicia el proceso con la limpieza y el cuidado de las uñas. Asegúrate de que estén libres de cualquier esmalte anterior y que estén limpias. Esto proporciona la base adecuada para la aplicación del kapping.
Aplicación de la capa protectora: con las uñas preparadas, procede a aplicar una capa delgada de la fórmula de kapping sobre cada uña. Asegúrate de cubrir completamente la superficie de la uña para obtener una protección uniforme.
Secado: permite que la capa protectora se seque completamente. Algunas fórmulas de kapping pueden requerir luz UV para un secado más rápido, mientras que otras se secan al aire. Es crucial seguir las instrucciones del producto específico que estés utilizando.
Capa adicional (opcional): para aquellos que buscan un refuerzo adicional, es posible aplicar una segunda capa de kapping y repetir el proceso de secado. Esta capa adicional puede ofrecer una protección extra, especialmente para aquellas personas con uñas más débiles.
Acabado: una vez que la capa de kapping esté completamente seca, puedes proceder a aplicar el esmalte de tu elección. Este paso final no solo proporciona el toque estético deseado, sino que también sella y protege la capa de kapping.
Diferencia entre semipermanente y Kapping
Duración: el esmalte semipermanente tiende a durar aproximadamente dos semanas antes de requerir retoques, mientras que el kapping puede proporcionar una durabilidad superior, extendiéndose más allá de las dos semanas.
Fortalecimiento: si bien ambas técnicas ofrecen cierto nivel de fortalecimiento, el enfoque principal del kapping es proporcionar una capa protectora para reforzar las uñas desde su base.
Aplicación: el esmalte semipermanente implica la aplicación de una capa base, color y capa superior, mientras que el kapping se centra en la aplicación de una capa protectora específica.
Remoción: la remoción del esmalte semipermanente generalmente implica el uso de acetona y papel de aluminio. En cambio, el kapping puede requerir técnicas diferentes, como limado o productos específicos de remoción.
En muchas ocasiones, es común confundir el kapping con el esmalte semipermanente, ya que ambos ofrecen durabilidad y estética. Sin embargo, es crucial comprender las diferencias clave entre ambas técnicas para poder elegir la opción que más se adapte a lo que buscas.
El kapping representa una innovadora técnica de cuidado de uñas que va más allá de la simple estética, ofreciendo una protección integral y duradera para mantener las uñas fuertes, saludables y hermosas. Con sus múltiples beneficios y su enfoque en el fortalecimiento desde la base, el kapping se ha convertido en una opción cada vez más popular entre aquellos que buscan una solución efectiva para el cuidado de sus uñas. Al comprender cómo se realiza el kapping y sus diferencias con otras técnicas, puedes tomar decisiones informadas para mantener tus uñas en óptimas condiciones y lucir un aspecto impecable en todo momento.
Con información de unComo Mundo Deportivo
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