Junta militar de Birmania cerró 5 medios independientes
EFE
La junta militar de Birmania (Myanmar) canceló la licencia a cinco medios de comunicación independientes que informan a diario sobre la manifestaciones en rechazo del golpe de Estado del 1 de febrero.
El canal público MRTV, ahora controlado por el Ejército, anunció anoche la revocación de los permisos para los medios Myanmar Now, 7Day News, Democratic Voice of Burma, Mizzima y Khit Thit News, que retransmiten las protestas en directo y hacen un seguimiento sobre la brutal represión efectuada por las autoridades.
Conforme al anuncio, estos medios no podrán continuar informando sobre lo que acontece en las manifestaciones, aunque este martes y a pesar del veto continúan publicando noticias en las redes sociales.
En la tarde del lunes y antes del anuncio, soldados y policías hicieron una redada en la sede del portal Myanmar Now en Rangún, la antigua capital y ciudad más poblada del país, y se incautaron de ordenadores, impresoras y de un servidor de datos, informa el propio medio.
«Estamos ahora en un punto en el que continuar haciendo nuestro trabajo significa correr el riesgo de ser encarcelados o asesinados. Lo cierto es que no dejaremos de cubrir los enormes crímenes que viene cometiendo el régimen (militar) en todo el país», indicó Swe Win, editor jefe de Myanmar Now.
Al menos seis periodistas han sido acusados por las autoridades de violar las leyes de orden público -penada con hasta 3 años de cárcel-, según el abogado de la agencia de noticias estadounidense Associated Press, que cuenta con un fotógrafo entre los arrestados.
Reporteros Sin Fronteras condenó la semana pasada en un comunicado la persecución de la junta militar contra los profesionales de los medios de comunicación, y la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP) en Birmania (Myanmar) cifra en al menos 34 los periodistas detenidos desde el golpe de Estado.
Los birmanos iniciaron el lunes una huelga general que busca parar la economía del país como medida de presión contra la junta militar, mientras la brutal represión de las protestas en favor de la democracia dejó ese día al menos tres muertos.
La AAPP contabiliza 1857 detenidos desde la asonada, incluidos 319 ya en libertad, y sitúa la cifra de fallecidos en más de 50, aunque señala que la cifra real podría ser mayor ya que no ha podido verificar todas las informaciones.
El Ejército birmano justificó la toma de poder por un supuesto fraude electoral en los comicios de noviembre, donde observadores internacionales no detectaron ningún amaño y en los que arrasó la Liga Nacional para la Democracia, el partido liderado por la Nobel de la Paz birmana, Aung San Suu Kyi, como ya hiciera en 2015.