José Antonio Abreu, uno de los hombres más extraordinarios de Venezuela - 800Noticias
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EFE-El Nacional

El laureado músico venezolano José Antonio Abreu, conocido en Venezuela como «el maestro», murió este sábado en Caracas convertido en el visionario que utilizó la música para transformar la pobreza y fundó el reconocido Sistema Nacional de Orquestas y Coros.

El también economista y político venezolano nació en el estado andino de Trujillo el 7 de mayo de 1939, reconoció en varias oportunidades haber sentido afinidad por la música desde la infancia, lo que lo llevó a tomar sus primeras lecciones de piano a los 9 años.

El músico, con grandes inquietudes sobre la desigualdad, continuó su formación en Caracas, donde se convirtió en discípulo de reconocidos maestros venezolanos como Vicente Emilio Sojo, con quien estudió composición; Moisés Moleiro, su profesor de piano, y Evencio Castellanos, de quien recibió clases de órgano y clavecín.

Una biografía suya difundida por la Fundación Musical Simón Bolívar cuenta que a los 35 años de edad (1975), su lucha contra el desequilibrio lo llevó a concebir un proyecto en el que pudiera «sintetizar y canalizar de manera ingeniosa y nacionalista la experiencia y los conocimientos alcanzados en el campo económico, gerencia, pedagogía y, por supuesto musical».

Abreu, quién nunca se casó, no fue un economista que aprendió música, sino todo lo contrario: «a fin de poder materializar su proyecto de vida, la fundación de El Sistema, Abreu forjó primero una trayectoria como planificador y economista de la Universidad Católica Andrés Bello, de Caracas», asegura la Fundación.

Antes de iniciar su proyecto en una cochera con 11 niños, Abreu fue reconocido también por sus vínculos con la política como presidente del Consejo Nacional de la Cultura, Ministro de Estado para la Cultura, y diputado al Congreso Nacional de Venezuela.

El Sistema fundado por Abreu y definido como un «fenómeno social» en su país, se creó con la idea de sistematizar la instrucción y práctica colectiva de la música clásica como órgano de desarrollo social, anulando el paradigma de la música para las minorías.

El músico fundó pequeños conservatorios en comunidades vulnerables, dirigidos a jóvenes y niños que podían recibir un instrumento y educación gratuita, y que hoy está desarrollado en toda Venezuela y replicado en unos 25 países, un sueño que se completará cuando «cada niño tenga un instrumento», según la idea que lo inspira.

Abreu fue el más influyente tutor y maestro del estilo del famoso y también laureado director venezolano Gustavo Dudamel, director de la Filarmónica de los Ángeles, la joya más lustrada y brillante de El Sistema.

El 2010 recibió el Premio de la Paz de Seúl por su trabajo para mejorar la vida de jóvenes desfavorecidos, un galardón que reconoce a quienes luchan por la paz más allá de razas o ideologías.

Convertido en uno de los músicos más importantes y de mayor trascendencia de la cultura musical venezolana, ha recibido el reconocimiento de la Unesco y ha sido honrado con la Orden del Sol Naciente y el Premio de Música Polar, otorgado por la Real Academia Sueca de Música

La clave de su partitura se sostuvo siempre en una sola nota: la  paciencia. Lo supo desde aquella primera reunión de 1974 con ocho músicos en el sótano de un edificio de Candelaria. El paso inicial de una visionaria labor social. José Antonio Abreu estaba seguro de la trascendencia que tendría su proyecto. Un sistema de orquestas esparcido por el mundo que hoy lo despide.

A ese primer ensayo de la Orquesta Nacional Juvenil asistió un grupo pequeño, que no llegaba a las 10 personas. Abreu había conseguido que desde el Conac le prestaran 50 atriles. Ese día se quedaron vacíos, pero no sería por mucho tiempo. La segunda convocatoria logró reunir a 25 músicos. La tercera 46. Al cuarto ensayo eran 75 jóvenes con sus instrumentos. Una reacción en cadena que se mantuvo en el tiempo.

María Teresa Castillo, personaje insigne de la cultura nacional, lo definió como uno de los hombres más extraordinarios de Venezuela. “No conozco a alguien tan trabajador como él y, sobre todo, con la capacidad de hacer realidad los retos que se ha propuesto. Nadie puede negar que sea uno de los hombres más relevantes de la música y el arte en nuestro país”.

El primer ensayo importante de lo que sería luego conocido como el sistema de orquestas se concretó en la Escuela de Música Juan José Landaeta el 12 de febrero de 1975. La Orquesta Nacional Juvenil, bajo la batuta del mismo Abreu, debutaría formalmente el 30 de abril de ese año en el edificio de la Cancillería, en homenaje al gobierno de Carlos Andrés Pérez.

Su primera gira fuera del país la harían meses después. Viajaron a México en un avión militar, con el pasaporte colectivo número 1586.

“Era una nueva y estimulante presencia, una viva esperanza, lo que allí se asomaba era el rostro de un país distinto y mejor del que solemos ver en la faena diaria y en la mezquina pugna de los intereses subalternos”, escribió Arturo Uslar Pietri en su columna “Pizarrón”, que publicaba en El Nacional.

La política. Al maestro Abreu nunca le perturbó la idea de la muerte. “Para el descanso, el descanso eterno”, repetía ante todo el que se sorprendía por sus largas jornadas de trabajo. De sus miedos, el más conocido fue quizás el que le tenía a los aviones, que enfrentaba siempre con un rosario en la mano.

El poder, sin embargo, nunca le atemorizó, siempre le sedujo. Abreu fue diputado antes de cumplir los 30 años de edad. Su cercanía a los gobiernos fue una nota acorde en su carrera. Siempre frecuentó a ministros y jefes de Estado.

En los últimos dos años, sin embargo, el maestro Abreu se mantuvo alejado de la vida pública. No fijó posición sobre las protestas en contra del Gobierno de Maduro, en las que trágicamente murió uno de los músicos del sistema. Un hecho que Dudamel repudió públicamente y lo enfrentó al régimen de Maduro.

Fragilidad. Desde finales de 2014 la salud de José Antonio Abreu se vio comprometida. Sus problemas de movilidad se fueron agravando en los últimos años. Su delicado estado de salud lo mantuvo en cama, hasta la tarde de este sábado cuando murió. Los actos velatorios se realizarán hoy en el Centro de Acción Social por la Música desde las 8:00 am hasta las 2:00 pm.

El legado del maestro Abreu trascenderá en la historia, y en los miles de niños que diariamente encuentran en la música una esperanza.

EFE- El Nacional 

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