Jorge Reinaudo, el sacerdote sensación en Instagram y TikTok
Redacción 800 Noticias
El cura influencer o el padre «instagramer». Así llaman los seguidores al sacerdote Jorge Reinaudo, un argentino que abrazó, con más fuerza, la fe católica en la adolescencia.
Tiene 29 años y tres en el sacerdocio, es vicario de la parroquia Jesús Resucitado, en su natal Córdoba y un convencido de que en estos tiempos el humor es importante. Por eso baila, canta, lleva peluca o nariz de payaso y así halló una vía más empática para acercar el Evangelio a los jóvenes.
Le preguntan, ¿padre, por que sube esas cosas (videos)? Y su respuesta sigue siendo la ofrecida a Radiófonica, en mayo pasado: “Para acariciar el alma de aquella los que la están pasando mal, no solo por el miedo que es un factor emergente en este tiempo, sino que también por aquellos que están sin trabajo o aquellos que están tristes o solos… ¡Si supieras cuánto bien hace o cuántas personas ha acercado el humor a Dios saldrías a ponerte una peluca también!”.
Haciendo videos, con varios filtros, se ganó el cariño de los niños.
Tiene claro que en redes no dejará de mostrar el rostro de Cristo resucitado, alegre y humano. Para cumplir el objetivo creó su cuenta en Instagram (@jlreinaudo) y a través de ella mostró su proyecto Evangelio Joven. En esa cuenta ya suma más de 74.100 seguidores.
“Las estadísticas dicen que el 71% de los usuarios de Instagram tienen entre 16 y 34 años. Es un desafío bonito. El Evangelio es buena noticia. Y a las buenas noticias hay que transmitirlas con alegría”, comentó en una entrevista.
Reinaudo también está en twitter: @Jlreinaudo ; en Facebook, Youtube y ahora en TikTok.
El cura influencer dice estar a la orden del día para atender a los debates de la actualidad. “Lo que trato de hacer es descubrir qué es lo que está sonando con fuerza y dar un mensaje sobre ese contenido desde la fe”, comparte.
Su estrategia es estar atento a los contenidos virales y negativos que surgen en las redes, y resignificarlos para mirar su lado positivo, según ha dicho a medios de su país.
Entró a las redes “por una urgencia pastoral” y porque los “jóvenes están mucho tiempo frente al teléfono e Instagram es un lugar de jóvenes”, reseña Radiofónica.
“Las estadísticas dicen que el 71% de los usuarios de Instagram tienen entre 16 y 34 años. Es un desafío bonito. El Evangelio es buena noticia. Y a las buenas noticias hay que transmitirlas con alegría”, comentó durante una entrevista.
“Uno tiene que ser cura para personas desesperanzadas y con miedo. Transmitir la alegría, la confianza, la seguridad de un Dios que nos ama y que nos cuida es uno de los grandes desafíos que hoy nos toca como Iglesia”, opinó en conversación con el medio iglesiamillennial.com.
Así empezó todo
El siguiente es un mensaje que envió el “padre instagramer” a cope.es:
«Cuando era adolescente, a partir de algunos problemas familiares, conocí a un sacerdote que era feliz de hacer lo que hacía, compartía mucho tiempo con los jóvenes y con personas que no la estaban pasando bien en retiros espirituales. Al poquito tiempo de conocerlo, este sacerdote llamado Víctor Pugnatta falleció y dejó en mi corazón una pregunta grande: ¿Dónde Dios me pide que sea feliz? Sin lugar a dudas mi destino como joven de fe era la felicidad, pero ¿desde dónde?
Con el tiempo ingresé al Seminario Diocesano Jesús Buen Pastor en mi ciudad y comencé mis pasos en el seguimiento de Jesús, siempre caracterizado por la alegría y el sentido del humor.
Cuando llegó el momento de la ordenación sacerdotal, el lema que había elegido iba a marcarme de un modo muy fuerte, solo pocos días después: “Para que todos sean uno”.
Cuarenta y seis días después de mi ordenación una nota en un diario provincial se titulaba El Paya-cura Cordobés resaltando algo que comenzaba a hacer en las redes sociales: un video del Evangelio del domingo con filtros de Snapchat y mucha alegría, dejando un mensaje sencillo en menos de un minuto para todo el publico que seguía la cuenta de Instagram (@jlreinaudo).
Desde los comienzos sostuve algo importante: Evangelio significa Buena Noticia y las buenas noticias siempre se transmiten con alegría… Para mí, como sacerdote joven la vida que Jesús da a mi corazón es una Buena Noticia y por eso las transmito con alegría.
Hoy viajo llevando talleres sobre las redes sociales a distintos lugares, enseñando a “Evangelizar en las redes” para que, como versa mi lema de ordenación sacerdotal, “todos sean uno”.
Dios se las ingenia, llama y llena los corazones de alegría y de vida, y como joven me envía a un continente nuevo, el continente digital, ¡todo por ser sembrado de la Buena Noticia de la Alegría!».
Agencias