Jesús Casique: “La inflación del 2021 será de 1.420 %”
La Nación
Aunque esperan un cierto oxígeno para la economía venezolana con la Ley Antibloqueo, para el economista Jesús Casique, esto no detendrá la racha de saldos negativos que viene arrastrando desde 2013, entre ellos la hiperinflación, que en este 2021 -calcula- superará el mil por ciento.
Acabamos de cumplir 38 meses en hiperinflación –explicó el economista-, y en julio igualaremos a lo ocurrido en Grecia entre 1941 y 1945, solo superados por Nicaragua, que entre 1986 y 1991 llegó a 63 meses de hiperinflación. Tendremos que esperar hasta el último trimestre de 2021 para determinar si continuamos esa tendencia.
Tales cifras provienen de las presentadas al finalizar diciembre en la Asamblea Nacional y organismos multilaterales como la Cepal, el FMI y el Banco Mundial, en vista de la reserva que el Banco Central ha tenido respecto a las mismas.
En informe presentado por la Asamblea Nacional, el año 2020 cerró Venezuela con una inflación del 3 mil 700 %. Al respecto, el Banco Central de Venezuela no ha sacado las cifras desde el mes de septiembre, así como tampoco del Producto Interno Bruto, ni de la balanza de pago desde el 2019, lo que demuestra un gran oscurantismo, una gran opacidad. De igual manera, el Ministerio de Finanzas no ha presentado información sobre la deuda pública externa; ni PDVSA su informe financiero. Todos estos datos serían requeridos por cualquier inversionista que considerara hacer negocios en nuestro país. Con esto se viola la Constitución Nacional, ya que cualquier persona tiene derecho a poder consultar el comportamiento de su economía, de hecho, es uno de los pocos países en el mundo, junto a Siria, que mantiene dicho hermetismo.
Para Casique, el Producto Interno Bruto ha descendido en 2020 en el orden del 32 %, lo cual suma un acumulado desde 2013 del -81,2 %. Eso significa que Venezuela no está en recesión económica, sino en depresión económica — dijo.
Inflación de tres dígitos
Frente a este 2021 en desarrollo, el FMI nos ubica en el top ten de las naciones con mayor inflación, con 6500 %; no obstante, Casique no comparte tales perspectivas.
No comparto ese indicador, pues creo que la inflación estará por el orden del 1.400 %, que se traduce en una inflación intermensual del 25.5 %, altísima si tenemos en cuenta que en el resto de países de América Latina estará por debajo del dígito.
El PIB –que en términos más sencillo es el termómetro más inmediato de lo que sucede en el bolsillo de cada venezolano- del 2021 tampoco promete mucho; no obstante, es más conservador frente al FMI y la Cepal, e incluso en su concepto no tendrá el dramático nivel de otros años, ayudado por cierta apertura a la inversión propiciada por la Ley Antibloqueo y el proceso informal de dolarización.
La caída del PIB, según el FMI, será del 10 %, y para el Cepal en 7 %; mientras que el Banco Mundial no se refirió a Venezuela en su último informe. Para mí, debe estar la caída del PIB por 2,1 %; claro, es una cifra muy baja en relación con años anteriores, pero, ¿qué más bajo vamos a caer? Todos los países de América Latina y el Caribe van a crecer, a excepción de Nicaragua y Venezuela.
Impacto de la pandemia
En este 2020, la pandemia tuvo un impacto económico global del cual nuestro país no se escapó; no obstante, subraya el economista, el deterioro de la capacidad productiva nacional viene de mucho tiempo atrás
En 1953 Venezuela contaba con 2.564 empresas; en 1999 se contaba con 11,198 y desde ahí comienza la caída libre en el sector manufactura. El actual gobierno recibió un parque industrial de 6.484 empresas, y en el año 2019 apenas llegamos a 2.849. Hay que esperar las cifras de Conindustria; pero el impacto del covid-19 debe haber provocado el cierre de unas 800 empresas.
La producción petrolera sigue alicaída: en el año 1998, la producción era de 3 millones trecientos 29 mil barriles diarios, mientras Colombia producía 747 mil barriles diarios. Actualmente, según el último informe de la Opep, Colombia está produciendo 741 mil barriles diarios, prácticamente el mismo nivel de 1998, pero en Venezuela se desplomó a 434 mil barriles, es decir, Colombia desplazó a Venezuela como productor de petróleo. Esto indica que Venezuela tiene un problema de caja, de divisas, bien importante: Las reservas internacionales cerraron en un nivel muy bajo; ha sido un latigazo muy duro a las finanzas del país, estamos casi al mismo nivel que 1974.
Dolarización e inversión
Con un salario mínimo que ya ha dejado de ser un referente para ponderar el ingreso del trabajador venezolano, las expectativas están puestas en las posibles inversiones que puedan darse a través de la Ley Antibloqueo, la dolarización informal en progreso y con carta blanca del Estado venezolano, y una posible reconversión monetaria, con la cual la moneda perdería unos cuantos ceros.
Sobre la dolarización, después del apagón del 2019, comenzaron a salir divisas en el mercado porque las comunicaciones se cayeron y había muchas cuentas por pagar, y la gente que tenía ahorros en cash comenzó a utilizarlos para sus gastos. Luego de un tiempo de atacar duro a los factores económicos que tenían divisas, a decomisarlas, al final se debe reconocer que hay que aceptar la dolarización y entonces, con los agentes económicos con menos temor, apareció la dolarización
La dolarización tiene al menos cuatro esquemas. El primer esquema corresponde a la dolarización transaccional, el efectivo que tiene la gente en su bolsillo, que este año cubrió el 82 % de las operaciones económicas realizadas en nuestro país. Está la dolarización financiera, que está agarrando fuerza y se está traduciendo en varios productos que ofrece la banca. Por ahora, usted puede realizar transferencias interbancarias en dólares, o sea entre cuentas del mismo banco, pero no se puede hacer transferencia de un banco a otro banco porque no existe una cámara de compensación, pero hacia allá apuntan los objetivos de la banca. Luego está la dolarización del Banco Central de Venezuela, que es totalmente inviable, porque según la Constitución la moneda de uso legal es el bolívar.
Y aun cuando una reforma legal podría transformar una dolarización de facto a otra con todas las de la ley, Casique no la recomienda y pone como ejemplo lo ocurrido en Ecuador.
No comparto una dolarización oficial, primero porque se afecta la política fiscal de Venezuela, y quedaríamos atados a la reserva federal de los Estados Unidos, y cualquier embate, cualquier adversidad al respecto, nos afectaría a los venezolanos, como el caso Ecuador, que pudo controlar la inflación, pero no la deuda pública. La panacea no es la dolarización, la solución a los problemas es la disciplina fiscal, la disciplina monetaria, la independencia institucional, para de una manera u otra resolver todos los desequilibrios que ha atravesado la economía venezolana.