Jennifer Lawrence: «Pasé años avergonzada de que me vieran sólo de manera sexual»
El Mundo
Tres años después del final de la saga Los juegos del hambre, Jennifer Lawrence y Francis Lawrence vuelven a trabajar juntos. En este caso, intérprete y director se reúnen en un thriller de espías. Gorrión Rojo parte de una novela escrita por el exagente de la CIA Jason Matthews que ha sido adaptada al cine por Justin Haythe, guionista de Revolutionary Road y El llanero solitario.
La historia se centra en Dominika Egorova (Lawrence), primera bailarina del teatro Bolshoi y una chica que se ve forzada a retirarse tras sufrir un accidente. Será entonces cuando esta joven rusa, que cuida de su madre enferma (Joely Richardson), acepte la propuesta de su tío (Matthias Schoenaerts) de participar en una misión relacionada con un político ruso.
Cuando las cosas salen mal, a Dominika sólo le queda una opción para sobrevivir: entrar a una escuela para espías donde trabaja Anna (Charlotte Rampling) y le enseñarán a manipular mental y sexualmente a sus víctimas. Tras superar todo tipo de pruebas, la protagonista de esta historiadeberá seducir al agente de la CIA Nate Nash (Joel Edgerton) para así descubrir el nombre de un topo dentro del gobierno ruso.
Una vez realizado el contacto, la manipulación y el romance darán paso a una relación confusa en la que no quedan claras las verdaderas intenciones de nadie.Si hay algo que nadie puede reprocharle a Jennifer Lawrence (Louisville, Kentucky, EEUU, 1990) en su carrera hasta el momento en no haber probado suerte en distintos géneros.
Tras su fulgurante aparición en dramas como Lejos de la tierra quemada y Winter’s Bone, esta intérprete ha participado en sagas taquilleras de acción (Los juegos del hambre, X-Men), dramas románticos (Como locos), cintas de ciencia ficción (Passengers) o dramas con ecos filosóficos (Madre!). Ahora, la ganadora del Oscar a la Mejor Actriz en 2013 por El lado bueno de las cosas protagoniza un thriller de espionaje como Gorrión Rojo, en el que, además de ponerse de nuevo a las órdenes de Francis Lawrence, protagoniza varias escenas muy subidas de tono.
Gorrión Rojo es tu primer thriller de espionaje. ¿Qué fue lo que más te atrajo de este proyecto para participar en él?
Cuando leí el guion descubrí una historia increíblemente poderosa. Me enamoré enseguida de Dominika Egorova, mi personaje. Pero también me pareció que ofrecía una visión diferente de la vida de los espías, unas personas que trabajan más a base de engaños, corruptelas y manipulación que portando armas. Y, por supuesto, quería volver a colaborar con Francis Lawrence tras haber trabajado juntos en la saga Los juegos del hambre.
Después de haber dado vida a Dominika. ¿Crees que serías una buena espía si se diera el caso?
Creo que trabajar como espía es algo que suena excitante cuando eres niña. Pero, cuando conoces mejor la realidad, descubres que lo que define su trabajo es que vives una vida completamente secreta de la que no puedes hablar con nadie. Dicho esto, creo que soy demasiado extrovertida para hacer bien esa parte del trabajo (risas).
¿Entrenaste mucho para interpretar a una primera bailarina de ballet?
Tuve que asistir a clases de ballet para una secuencia que aparece nada más empezar la película. Entrené tres horas al día durante cuatro meses sólo para aprenderme bien esa coreografía. Pero, sobre todo, ese aprendizaje me ayudó a comprender mejor la disciplina mental y física de mi personaje.
En el filme protagonizas varios desnudos cuando, después de que se filtraran en 2014 fotografías y vídeos íntimos tuyos, decidiste no aparecer sin ropa en la gran pantalla. ¿Qué es lo que ha cambiado?
Pasé muchos años de mi vida sintiéndome avergonzada de que me vieran de manera sexual. Pero, como quería hacer esta película por encima de todas las cosas, decidí que no debía dejar que mis inseguridades me apartaran de este sueño. Si no lo hubiera hecho así, lo que ocurrió en 2014 habría ganado la batalla.
Últimamente se han estrenado una serie de largometrajes con heroínas letales entre los que destacan Atómica, Wonder Woman, el suyo y, en breve, una nueva entrega de Tomb Raider. ¿Crees que todos ellos llegan en el momento justo?
Creo que durante mucho tiempo la industria cinematográfica creó el mito de que los hombres no podían identificarse con heroínas femeninas y viceversa. Por ese motivo, las mujeres no teníamos personajes importantes en filmes de acción y ni siquiera nos pagaban lo mismo que a nuestros compañeros. Pero que se hayan estrenado todos esos largometrajes demuestra que ese mito era mentira. Hace falta más diversidad en Hollywood. Si un personaje está bien escrito y dirigido es capaz de seducir a la audiencia sin importar su sexo.
Como miembro activo del movimiento Time’s Up, en el que actrices como tú luchan contra el acoso sexual en el trabajo, ¿crees que el cambio será real algún día?
Sí. Creo que Time’s Up es la herramienta más poderosa y efectiva que he visto hasta el momento en mi vida. Quienes formamos parte de ella intentamos dar soluciones reales a problemas que se viven en nuestra industria. Intentamos cambiar la forma en la que queremos que nos traten como profesionales. Hay muchos comportamientos inadecuados que, hasta el momento, eran normales. Pero a los que ahora decimos «basta».
¿Crees que tu trabajo puede inspirar a los más jóvenes?
Para mí siempre ha sido importante inspirar a los jóvenes. Incluso a nivel político. Llevo tiempo viajando con una organización que intenta involucrar a los jóvenes en temas políticos. Y he visto que con todo lo que se está haciendo puede que la próxima generación vea posibles esos cambios.