Japón conmemora el martes 70º aniversario de la batalla de Okinawa
Itoman, Japón | AFP | Japón conmemora el martes el 70º aniversario de la batalla de Okinawa, símbolo de la debacle suicida del militarismo japonés, en un momento en que el primer ministro conservador Shinzo Abe busca aumentar el papel militar del país.
Shinzo Abe viajará al archipiélago de Okinawa, en el extremo sur de Japón, donde tuvo lugar el último baño de sangre de la Guerra del Pacífico (1941-1945).
La batalla de Okinawa, considerada como la batalla aérea, terrestre y naval más grande de todos los tiempos, duró 82 días, del 1 de abril al 22 de junio de 1945, y causó la muerte de más de 200.000 personas, entre civiles y soldados, japoneses y estadounidenses.
La ferocidad de los combates -la jerarquía militar japonesa obligaba a suicidarse a los civiles y soldados para que no se rindieran al enemigo- dejó cicatrices profundas en el archipiélago de Okinawa.
«Nunca le perdonaré a Japón lo que pasó», afirma a la AFP Yoshiko Shimabukuro, 87 años, una de los 222 estudiantes de la isla movilizadas en el campo de batalla en una unidad de enfermeras.
«Tenía 17 años. Sólo nos habían enseñado a poner vendas, pero los heridos estaban más allá de cualquier socorro. Piernas arrancadas. Intestinos al aire. Caras destrozadas. No sabíamos qué hacer», recuerda Yoshiko Shimabukuro.
Todas las familias de Okinawa resultaron afectadas por la guerra ya que más de la mitad de las 188.000 víctimas japonesas eran oriundas del archipiélago.
Con el correr del tiempo, Okinowa se convirtió en uno de los lugares simbólicos de la resistencia pacifista a la presencia militar de Estados Unidos.
Okinawa, ocupada por Estados Unidos desde el fin de la guerra hasta el año 1972, alberga a más de la mitad de los 47.000 militares estadounidense presentes en territorio japonés.
Los habitantes de la isla, con el gobernador Takeshi Onaga a la cabeza, se movilizan desde hace semanas contra el proyecto de trasladar la base aérea estadounidense de Futenma al norte del archipiélago.
Abe reiteró su intención de concretar el traslado, decidido en 1996, en el marco del tratado de seguridad nipo-estadounidense.
Situada cerca de China y de la península coreana, Okinawa tiene un gran valor estratégico para Estados Unidos.
Los habitantes se quejan del ruido de los aviones y temen que haya accidentes.
Pero, sobre todo, denuncian riesgos ligados a la presencia de numerosos marines estadounidenses, basándose en varios casos de violación registrados en los últimos años.