Ivanka Trump anuncia el cierre de su marca de moda
El País
La marca de moda y estilo de Ivanka Trump se había convertido en un lastre para ella en la Casa Blanca. La hija y asesora del presidente estadounidense, Donald Trump, anunció que pondrá fin al negocio argumentando que el foco de su trabajo ahora mismo está en Washington.
A pesar de que Ivanka abandonó la gestión de su empresa al asumir el cargo político y reubicó sus activos en un fideicomiso, continuaba sacando provecho del negocio. Su situación empresarial la colocó en una posición delicada en reiteradas ocasiones por un posible conflicto de interés y aprovechamiento de su puesto en el Gobierno.
«Después de 17 meses en Washington, no sé cuándo volveré o si volveré al negocio de moda, pero sí sé que mi enfoque para el futuro será el trabajo que estoy haciendo aquí, por lo que tomar esta decisión ahora es la única opción justa para mi equipo y socios», expresó la exmodelo de 36 años en un comunicado. Abigail Klem, presidenta de la marca Ivanka Trump, aseguró que la decisión había sido «difícil» para la hija de Donald Trump.
Aunque en China las ventas de la línea de Ivanka se dispararon desde que asumió el cargo político, grandes tiendas de distribución, como como Nordstrom y Neiman Marcus, abandonaron la marca. Lo acharon a una ralentización de las ventas tras la presión de activistas para boicotear los comercios que hacen negocios con la familia del presidente. A principios de este mes, la tienda minorista canadiense Hudson’s Bay -que incluye a las estadounidenses Saks Fifth Avenue y Lord & Taylor- decidió eliminar gradualmente la marca.
En mayo de este año la agencia Associated Press publicó que el negocio de Trump continuaba adquiriendo marcas registradas en China y Filipinas, y que en solo los últimos tres meses el gigante asiático le había aprobado 13 nuevas licencias. La información se conoció en plenas negociaciones del Gobierno de Donald Trump con China sobre el flujo comercial y el programa nuclear de Corea del Norte, lo que despertó aún más sospechas entre quienes criticaban su labor empresarial. En ese momento, Klem, la presidenta de la marca, alegó que la protección de marcas de la empresa se llevaba a cabo «en el curso normal de los negocios», especialmente en países donde la violación de las marcas es desenfrenada.