Italia investiga por qué motivos fallaron las protecciones antisísmicas
ABC
Pasadas algo más de 24 horas del terremoto que sacudió el país transalpino la pasada madrugada, Italia todavía lucha para reponerse de la tragedia. Una catástrofe natural que ha dejado hasta el momento 250 víctimas mortales, entre ellas una española, Ana Huate, una joven de Granada. Pese al desastre, los expertos contactados por ABC reconocen que «con seguridad habrá muchas más».
Los peores temores apuntan a que este seísmo puede superar en gravedad al terremoto de L’Aquila de 2009, donde hubo 309 muertos. Por ahora, la cifra de heridos se sitúa en 365. Unas 2.500 personas han sido realojadas porque hay pueblos «que ya no existen», y han tenido que pasar la noche en tiendas de campaña provisionales. La población continúa viviendo en el pánico porque los movimientos sísmicos no cesan: más de 300 en el arco de 24 horas. Parece que no se acaban nunca. Solo en esta noche se han producido 60 sacudidas; la más fuerte, de 4,5, pasadas las cinco de la madrugada.
El país transalpino está en una alta zona sísmica, con «una falla que pasa por Gibraltar y atraviesa en forma de línea el Mediterráneo». Por eso son «tan frecuentes los movimientos sísmicos por fricción o volcanes», aclara Ángel Navarro Madrid, Doctor en Geografía. Está el Vesubio, que en una macabra coincidencia del destino su erupción, que sepultó Pompeya en el 79, cumplió 1937 años el 24 de agosto, el mismo día en que el terremoto hizo temblar el corazón de Italia. «El país está fracturado, y eso es como una gran herida, por eso habrá réplicas, sin duda», reconoce Navarro.
Las condiciones de las viviendas, a debate
Pero las condiciones geográficas del país transalpino no son las que han generado polémica. De nuevo, tras una catástrofe natural tan letal, se reaviva el debate de la construcción, sobre la que se centra el foco ahora. Gran cantidad de casas y edificios se han derrumbado como castillos de naipes, sepultando entre sus escombros a decenas de personas, a las que ahora intentan rescatar con vida a pesar de que se acerca la hora crítica, la franja de las 72 horas: «El principal problema es la falta de agua, ya que las víctimas se deshidratan y más en esta época de calor. Ha habido casos de niños que han aguantado cinco días, pero pasadas las 72 horas sería un milagro encontrar a alguien con vida», reconoce el Doctor en Geografía.
Crítico y muy crudo con la situación se ha mostrado el geólogo Mario Tozzi, investigador y conocido divulgador científico en televisión, que no ha dudado en cargar contra las deficientes condiciones: «Las viviendas están mal construidas, sin material antisísmico y con muy mal mantenimiento. Así, una casa te mata».
«Pueblos medio abandonados se abandonarán completamente ahora, porque el material con el que están construidos es mucho peor. Ahora existen materiales sismorresistentes», coincide Navarro, aunque ni siquiera este tipo de avances han permitido mitigar la desgracia. De hecho, el derrumbe de una escuela de Amatrice ha reabierto la llaga, ya que en 2012 se sometió a una mejora, reconstruyéndola con elementos antisísmicos que de nada sirvieron para sortear el temblor. El suceso hace sospechar a la Fiscalía de Rieti, en el centro del país, que analiza la hipótesis de un delito de «desastre doloso» que implicaría la omisión de las medidas de seguridad antisísmicas.