Italia decreta un final «gradual» del toque de queda y amplía el ocio
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El Gobierno italiano aprobó hoy un decreto que aligera las restricciones en las zonas con menos contagios, reduciendo el horario del toque de queda, que terminará el 21 de junio, o permitiendo el consumo dentro de bares y restaurantes.
El decreto ley aprobado esta noche por el Consejo de Ministros establece que en las regiones «amarillas», las de riesgo leve, el toque de queda se reduce en una hora, en vigor entre las 23.00 a las 5.00 (-2 GMT), inmediatamente, desde la publicación del texto.
La estrategia del Gobierno del primer ministro italiano, Mario Draghi, es que la reapertura de la vida nocturna y social, sobre todo de cara al verano, sea gradual, no repentina, aprovechando la clara mejora de los datos del coronavirus, que seguirán siendo vigilados atentamente.
Por eso el fin de esa limitación horaria será poco a poco: tras la mencionada primera reducción, a partir del 7 de junio empezará a medianoche y el día 21 se eliminará por completo.
La retirada del toque de queda era la principal exigencia de algunos de los partidos, sobre todo los de derechas, que apoyan al Gobierno de «unidad» de Draghi, que tiene el respaldo de todo el Parlamento excepto de la ultraderechista Hermanos de Italia.
Pero sobre todo era muy esperada por el sector de los bares y de la restauración, que hasta ahora solo podían abrir hasta las diez de la noche y servir únicamente al aire libre.
Sin embargo, esto también cambia pues el nuevo decreto dicta que en las «zonas amarillas», actualmente casi todo el país, desde el 1 de junio se podrá consumir dentro de los locales.
Las que seguirán cerradas serán las discotecas, tanto al aire libre como en espacios cerrados, algo que ha suscitado el enfado del sector del ocio nocturno.
Por otro lado se permitirá la reapertura desde este sábado de los centros comerciales durante el fin de semana y el 24 de mayo volverán los gimnasios, que iban a hacerlo el 1 de junio.
Desde ese mismo día abre a la presencia de público -un máximo de mil personas- a competiciones deportivas al abierto y desde el primero de julio también bajo techo, así como las piscinas cerradas para aficionados, respetando los protocolos de seguridad.
Desde el 15 de junio se permitirán fiestas y ceremonias civiles y religiosas -bodas, bautizos y otros eventos- si los asistentes cuentan con el «certificado verde», que demuestra si se está vacunado o que se tiene una prueba negativa o se ha superado ya la COVID-19.
En estos momentos Italia registra una clara disminución de los contagios -3.455 en el último día y 140 muertos- y ninguna de sus veinte regiones está considerada «zona roja», que implica un confinamiento blando para la población.
Por esa razón todas estas novedades afectan a casi todo el país, teñido de «amarillo».
Y seis regiones pasarán a ser consideradas «zonas blancas», en las que no rige ninguna limitación y solo se obliga a usar mascarilla: desde el 1 de junio Friuli-Venecia-Julia (norte), Molise (sur) y Cerdeña (este) y desde el día 7 Abruzos (centro) y las norteñas Véneto y Liguria.
Desde este lunes además los viajeros procedentes de la Unión Europea, Reino Unido e Israel no deben cumplir la cuarentena de cinco días y deben mostrar una prueba negativa o el certificado de vacunación.