Israel tomará «medidas» si se demuestran ilegalidades de NSO con Pegasus
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El Ministerio de Defensa israelí ha asegurado este lunes que tomará «las medidas apropiadas» si se demuestra que la empresa israelí NSO incumplió las condiciones de las licencias de exportación de su software espía Pegasus después de que una investigación revelara la presencia de este programa espía en miles de teléfonos móviles de periodistas, activistas y directivos empresariales de todo el mundo.
El Ministerio ha señalado que solo se permite la exportación de productos de seguridad informática «a gobiernos y solo para fines legales, para evitar e investigar delitos y combatir el terrorismo», según recoge la prensa israelí. Esa exportación «depende del compromiso sobre el uso final del país comprador, que debe cumplir esas condiciones».
El Ministerio no ha anunciado investigación alguna, pero ha asegurado que «si se demuestra que se utilizaron de forma contraria a las condiciones de la licencia o incumpliendo las declaraciones de los países compradores, tomaremos las medidas apropiadas».
El Gobierno israelí recuerda asimismo que «el Estado de Israel no tiene acceso a la información recopilada por los clientes del grupo NSO».
Israel ha sido criticada por sus exportaciones en anteriores ocasiones. Vendió armas a la Sudáfrica del Apartheid en pleno embargo internacional, a Guatemala durante la guerra civil de 36 años en la que se masacró a la población maya y a Irán en la década de 1980, durante la cruenta guerra con Irak. Igualmente vendió armas que se utilizaron en los genocidios de Ruanda y Bosnia.
LA EMPRESA LO NIEGA
Mientras, la empresa NSO, creadora de Pegasus, ha rechazado las «acusaciones fraudulentas» de esta investigación y ha subrayado que sus productos sirven «para salvar vidas e impedir crímenes y atentados terroristas».
«No habíamos recibido hasta hoy ninguna prueba de que una persona en esta lista fuera un objetivo del sistema Pegasus», ha afirmado un portavoz de NSO, Oded Hershkovitz, en declaraciones a la radio israelí.
La empresa se creó en 2010 por Shalev Hulio y Omri Lavie y tiene su sede en Herzliya, al norte de Tel Aviv. Su programa Pegasus no sólo sirve para acceder a los datos de un teléfono móvil, sino que también toma el control de la cámara y del micrófono.
En Israel, este programa está considerado como un «arma» y para ser vendido a los servicios secretos de otros países debe obtener el visto bueno del Ministerio de Defensa israelí.
El mes pasado NSO publicó su primer Informe Anual de Transparencia y Responsabilidad, en el que asegura que sus productos son utilizados por los estados para frustrar atentados terroristas de envergadura y desmantelar organizaciones del narcotráfico.
NSO ya protagonizó un escándalo en 2019 por el uso de sus equipos para espiar a periodistas, disidentes y activistas en varios países, tras lo cual se comprometió a respetar los Derechos Humanos e impedir el uso de sus productos para estos fines.
Además, NSO ha sido demanda por la empresa estadounidense de mensajería instantánea WhatsApp, propiedad de Facebook, que asegura que se utilizó Pegasus contra 1.400 usuarios en 2019 durante un periodo de dos semanas.