Israel ordena deportación de director regional de HRW tras rechazar apelación
EFE
El Tribunal de Distrito de Jerusalén ordenó hoy la deportación del director regional de la ONG Human Rights Watch (HRW), Omar Shakir, y le dio dos semanas para que abandone Israel, tras rechazar finalmente su apelación y alegar que apoya el boicot al país, informó la entidad en un comunicado.
El tribunal «basó su decisión en el argumento de que Shakir ha llamado ‘continuamente’ a boicotear Israel, citando su activismo estudiantil que se remonta a 2006, antes de unirse a HRW, así como su trabajo posterior para la organización», denunció la entidad, que añadió, la resolución «se produce en respuesta a una demanda que presentó en mayo de 2018» para frenar su expulsión.
Shakir, que encabeza los trabajos de HRW en Israel y los territorios palestinos, tiene «hasta el 1 de mayo para marcharse del país».
HRW impugnará la decisión ante el Tribunal Supremo, a quien solicitará una orden judicial como medida cautelar para que el director regional pueda permanecer en el país «hasta que se escuche su apelación».
El tribunal «determinó que la investigación y la labor de incidencia de HRW pidiendo a las empresas que dejen de favorecer los abusos en los asentamientos israelíes en Cisjordania ocupada constituyen un llamado al boicot», criticó la asociación, que lamentó que en ello incluya sus peticiones a grandes compañías como Airbnb o Booking para que dejen de ofrecer alojamiento en colonias.
Además, aseguró, la orden de deportación de Shakir se basa en «una interpretación nueva y peligrosa de la ley» que «establece un precedente que podría obstaculizar el trabajo» de otras organizaciones en defensa de los derechos humanos en Israel.
La Justicia israelí «envía el mensaje escalofriante de que quienes critican la implicación de empresas en graves abusos en las colonias israelíes corren el riesgo de ser vetados de Israel y Cisjordania», declaró el subdirector de programas de HRW, Tom Porteus.
El pasado mes de mayo, el Tribunal de Distrito de Jerusalén ordenó detener temporalmente la deportación de Shakir tras aceptar una petición de HRW, después de que el Ministerio de Interior ordenara su expulsión al acusarlo de apoyar el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones al país (BDS).
Israel ya negó el visado a Shakir en febrero de 2017 al considerar que HRW se dedica a hacer «propaganda» en favor de los palestinos y no a defender los derechos humanos, gesto que una quincena de ONG humanitarias israelíes condenaron, tras lo que dos meses más tarde se le concedió un permiso de estancia.