Irán se prepara para la toma de posesión de Raisí como presidente
EFE
Las autoridades iraníes reforzaron este jueves las medidas de seguridad con motivo de la toma de posesión como presidente del ultraconservador Ebrahim Raisí, una ceremonia en la que estarán presentes delegaciones extranjeras.
El acto tendrá lugar en el Parlamento de Irán a las 17.00 hora local (12.30 GMT), dos días después de que Raisí fuera ratificado en el cargo por el líder supremo del país, Alí Jameneí.
Las calles que rodean el Parlamento van a permanecer cerradas al tráfico, al igual que los aeropuertos de Teherán, que por razones de seguridad no operarán vuelos durante unas horas esta tarde.
A la capital iraní han llegado ya los dignatarios extranjeros que van a participar en el acto, en su mayoría procedentes de países aliados y vecinos de Irán.
Según los organizadores, la lista de invitados extranjeros es menor que en otras ocasiones debido a la pandemia de la Covid-19 pero va a haber representación de 73 países.
Entre la decena de jefes de Estado presentes figuran los presidentes de países vecinos como Irak, Barham Salih, y Afganistán, Ashraf Ghani.
También se encuentran en Teherán representantes de países y grupos aliados como el presidente de la Duma, Viacheslav Volódin; el presidente del Parlamento sirio, Hamuda al Sabag; y el secretario general adjunto del grupo libanés Hizbulá, Naim Qasem.
La presencia europea es escasa, a destacar la del secretario general adjunto del Servicio Europeo de Acción Exterior, Enrique Mora, quien también es el coordinador de las negociaciones para restaurar el acuerdo nuclear de 2015 con Irán.
Desde Latinoamérica, acuden a la toma de posesión los cancilleres de Nicaragua, Denis Moncada, y Bolivia, Rogelio Mayta; y el ministro de Planificación del chavismo en Venezuela, Ricardo Menéndez; todos países aliados de la República Islámica.
Raisí ha dejado claro en sus discursos que su prioridad es estrechar las relaciones con los países vecinos y aliados, al tiempo que ha mostrado su desconfianza hacia Estados Unidos y Europa.
El clérigo, que ganó las presidenciales del pasado junio con casi el 62% de los votos y ocupó hasta hace poco la jefatura del Poder Judicial, está bajo sanciones de EEUU y es criticado por organizaciones de derechos humanos por su papel en las ejecuciones de presos políticos de 1988.