Irán ratificó que no participó en sabotaje a petroleros en Golfo Pérsico
EFE
El comandante en jefe del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución, Hosein Salamí, insistió en que Irán no participó en el reciente sabotaje a cuatro petroleros en el golfo Pérsico, en rechazo a las acusaciones en ese sentido de Arabia Saudí y Estados Unidos.
“Irán es un país poderoso. No necesitamos ocultar nada y si hacemos algo, lo anunciaremos públicamente”, dijo el comandante a la televisión estatal Press TV.
Salamí denunció que EEUU es “la causa principal de todas las tensiones en Oriente Medio” y que “algunos regímenes árabes primitivos en el golfo Pérsico están bajo el control total de Washington”.
“Sus comentarios y mensajes ni siquiera son dignos de ninguna respuesta”, subrayó el máximo responsable de los Guardianes, cuerpo designado este año por EEUU grupo terrorista como parte de su presión contra Irán.
Sus declaraciones se producen después de que el rey saudí, Salmán bin Abdelaziz, responsabilizara de nuevo ayer de los ataques a los petroleros y contra oleoductos saudíes a “las milicias hutíes (del Yemen) apoyadas por Irán”.
El monarca pidió, además, el jueves a los países árabes que usen “todos los medios” para disuadir nuevos intentos de sabotaje por parte de Irán.
Arabia Saudí organizó entre el jueves y el viernes tres cumbres consecutivas del Consejo de Cooperación del Golfo, de la Liga Árabe y de la Organización de Cooperación Islámica para recabar apoyos frente a Irán, pero no logró el consenso esperado.
Antes del inicio de la cumbre ayer de la Organización de Cooperación Islámica, el presidente iraní, Hasan Rohaní, pidió en una carta a sus miembros que “dejen de lado los conflictos” entre ellos y “se unan contra la siniestra conspiración contra Palestina”.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores de Irán acusó a Arabia Saudí de adoptar “un enfoque equivocado al sembrar semillas de discordia entre los países islámicos y regionales”.
Arabia Saudí e Irán, las potencias suní y chií de Oriente Medio, se disputan la hegemonía en la región y apoyan a bandos rivales en varios conflictos como el del Yemen.
La tensión ha aumentado en el golfo Pérsico a raíz de los ataques contra los petroleros en un puerto emiratí y contra los oleoductos saudíes, y debido a la decisión de EEUU.