Inundaciones en el sur de Asia dejan más de 1.400 muertos
Agencias
Las inundaciones más devastadoras que sufre el sur de Asia en una década han acabado con la vida de más de 1.400 personas y pusieron de manifiesto la mala planificación y la falta de preparación para las lluvias anuales, mientras las autoridades intentan ayudar a millones de afectados.
Las inundaciones en Texas han copado los medios mundiales en los últimos días, pero India, Nepal y Bangladesh sufrieron inundaciones durante dos meses, con cientos de aldeas sumergidas y decenas de miles de personas en campamentos con escasa comida y vulnerables ante las enfermedades.
Pasarán meses antes de que distritos enteros vuelvan a la vida, ya que sus escuelas están destruidas, las carreteras han desaparecido y las cosechas quedaron arruinadas en algunas de las regiones más pobres de la región, dijeron funcionarios.
Según se va conociendo el alcance real de la devastación, los expertos destacaron la escasa preparación que tienen los gobiernos de la zona para lidiar con un problema anual.
La mayor parte de la acción gubernamental en India, el país más afectado, ha estado centrada en la asistencia, con débiles sistemas de advertencia temprana y muy poco foco en la prevención.
El jefe de un organismo regional creado este año para mejorar la coordinación dijo que las inundaciones dejaron en evidencia la pobre planificación. «Las inundaciones de este año han puesto de manifiesto la urgencia de que las naciones (del sur de Asia) trabajen juntas para lidiar con los desastres naturales», dijo P.K. Taneja, del Centro de Gestión de Desastres SAARC, con sede en India.
Por ejemplo, la crecida de las aguas afectó este año a Nepal tras las inundaciones de India, que luego afectaron a Bangladesh corriente abajo, señaló Taneja, pero hubo poca coordinación.
«No podemos trabajar en compartimentos para lidiar con las inundaciones (…). Son las peores en décadas». En un informe publicado en julio, el auditor federal indio dijo que en la mayoría de estados no existe identificación ni evaluación de las áreas inundables.
Asimismo, decenas de millones de dólares reservados para la gestión de inundaciones no habían sido invertidos y de las 4.862 grandes represas solo funcionaban 349.