Intensos combates en Trípoli en medio de esfuerzos diplomáticos para frenar la guerra - 800Noticias
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EFE

Intensos combates se repitieron hoy por quinto día consecutivo en Trípoli y la estratégica localidad de Sirte, penúltimo muro de defensa de la capital, entre frenéticos esfuerzos diplomáticos para frenar una guerra que en seis meses se ha cobrado la vida de más de 1.500 personas, 300 de ellas civiles, y ha obligado a más de 100.000 a abandonar sus hogares.

Las ultimas víctimas mortales civiles registradas fueron dos miembros del cuerpo médico que murieron durante la mañana en un ataque aéreo atribuido a las fuerzas leales al mariscal Jalifa Hafter (hombre fuerte del este de Libia) contra un hospital de campaña situado en la localidad de Al Washka, al oeste de la ciudad de Sirte, informaron fuentes oficiales.

Fawzi Unis, portavoz del ministerio de Salud vinculado al gobierno reconocido por la ONU en Trípoli (GNA), explicó que un enfermero y el chófer de una ambulancia desplazada a la localidad de Abu Gerin, escenario de intensos choques armados desde hace cinco días, perdieron la vida en un ataque con misiles en el que la menos otros cinco personas resultaron heridas.

Los combates se recrudecieron, además, en torno a la estratégica ciudad, situada a unos 400 kilómetros al este de la capital, con especial virulencia en torno al puesto de control de Hasmin, que vigila el acceso desde la carretera que se prolonga hacia el oeste.

CIERRE DEL AEROPUERTO DE TRÍPOLI

Según el jefe de operaciones del GNA en Sirte y Al Jufra (centro), Ibrahim Bayt Almal, sus tropas lograron recuperar el citado puesto de control desde la localidad del Washka, y tratan ahora de avanzar por tres ejes en dirección al oeste Sirte, cuna del depuesto dictador Muamar al Gadafi.

«Las fuerzas progresan. Lograron atrapar cinco vehículos e hicieron retroceder a las fuerzas de Hafter, compuestas por mercenarios sudaneses, chadianos y egipcios que huyeron hacia el centro de la ciudad por miedo a los bombardeos de nuestra aviación», detalló a Efe, por su parte, una fuente de seguridad próxima al GNA.

Los enfrentamientos fueron igualmente sangrientos en la capital, donde las tropas de Hafter lanzaron anoche varios ataques con cohetes de tipo Grad que impactaron en edificios de los distritos Al Mawz, Chorfat al Milaha, Al Ghararat, Arada y Suq al Yumuaa, además de la base aérea de Maitiga, único aeropuerto operativo de Trípoli, que se vio obligado de nuevo a cancelar los vuelos.

LLAMIENTOS A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL

Ante la ofensiva, el Consejo de Estado en Trípoli pidió a los países que apoyan a las tropas del este que revisen su posición respecto esta «agresión», le retiren su respaldo como «única vía para resolver positivamente la crisis libia, y sean conscientes de que la solución a la crisis en Libia «solo se logrará a través de un proceso político del que Hafter no tome parte».

El conflicto se agravó el pasado 4 de febrero, fecha en la que el mariscal, que tutela el Parlamento electo y el gobierno no reconocido en Toubruk, y que controla la mayor parte del territorio y los recursos energéticos, lanzara una ofensiva para expulsar de Trípoli al GNA, que solo cuenta con el apoyo de la ciudad-estado de Misrata y algunas milicias del oeste del país.

A Hafter -entrenado por la CIA durante su exilio en Estados Unidos- le apoyan política, militar y económicamente Arabia Saudí, Egipto, Francia, Rusia y Emiratos Árabes Unidos, estado este último que le proporciona parte de su fuerza aérea.

El GNA cuenta, por su parte, con el respaldo de Catar y Turquía, nación esta última que anunció el pasado domingo el envío de más tropas y drones a la ciudad de Misrata.

ESFUERZOS DE ITALIA, ARGELIA Y EGIPTO

En este contexto multinacional, el ministro argelino de Asuntos Exteriores, Sabri Boukadoum, y su homólogo italiano, Luigi di Maio, coincidieron este jueves en la necesidad de «encontrar una solución política» en Libia y rechazar cualquier intervención militar.

En declaraciones a los medios, Di Maio recalcó que durante sus recientes visitas a Bruselas, Estambul y El Cairo ha constatado que «todo el mundo está de acuerdo en un alto fuego en Libia» por lo que en su opinión «ha llegado el momento de poner a todos los países y todas las personas en torno de una mesa y encontrar la solución que permite garantizar la paz en esta región».

El canciller italiano llegó anoche a Argel, escasas horas después de que Roma exigiera a Hafter abandonar la vía militar durante una visita del mariscal a la capital italiana.

También Rusia y Turquía pidieron el miércoles que se reduzca la tensión en el país, un deseo al que también se sumó este jueves el ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Sameh Choukri, de visita oficial en Argel.

«No aceptamos ninguna presencia militar extranjera, cualquiera que sea, en los territorios libios», dijo Choukri, en alusión al controvertido despliegue turco, al que se oponen otros estados árabes de la región, como la propia Argelia.

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