Inminente | Votación crucial sobre el juicio contra Trump
EFE
La Cámara Baja de los Estados Unidos marchó hacia una histórica votación vespertina para destituir al presidente Donald Trump el miércoles 18-D, y la líder de los demócratas Nancy Pelosi insistió en que el Congreso debe «defender la democracia» desalojándolo de la Casa Blanca.
Pelosi invocó la Promesa de lealtad y el Preámbulo de la Constitución al argumentar que la visión de los Fundadores de una república estaba amenazada por las acciones de Trump en la Casa Blanca.
«Hoy estamos aquí para defender la democracia para el pueblo», dijo para aplaudir a los demócratas en la cámara. «Abro solemne y tristemente el debate sobre la destitución del presidente de los Estados Unidos».
Los republicanos acudieron rápidamente a la defensa del Presidente.
El representante Doug Collins, de Georgia, advirtió que los Fundadores estaban tan preocupados por una acusación puramente partidista, como está en camino de convertirse, ejercida por el poder de un partido mayoritario.
«Esta no es una ocasión solemne», se burló. «Has estado queriendo hacer esto desde que los caballeros fueron elegidos».
Los demócratas aprobaron abrumadoramente las reglas para el debate, 228-197, con solo dos deserciones de las filas de Pelosi, una indicación temprana de cómo los votos finalmente caerán en los artículos de juicio político.
Trump sería el tercer presidente estadounidense en ser destituido, una marca oscura distintiva en su mandato. Dijo que a pesar de la charla patriótica de los demócratas, en realidad estaban perpetrando «un asalto a Estados Unidos».
DIRECTORA DE ORQUESTA
Durante meses, Pelosi dijo «no» al juicio político porque, como líder de la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes, su misión siempre es proteger la bancada y evitar cualquier decisión que les perjudique de cara a las elecciones de 2020.
Algo que cambió cuando en septiembre siete demócratas moderados publicaron una columna de opinión en el diario The Washington Post para pedir que se juzgara políticamente a Trump por su llamada a su homólogo ucraniano, Vladímir Zelenski, en la que le pedía que investigara al exvicepresidente y precandidato demócrata a la elecciones presidenciales, Joe Biden, y a su hijo, Hunter por presunta corrupción en ese país.
Esto llevó a Pelosi a dar luz verde al inicio de una investigación para abrir un «impeachment» y a tomar la batuta para dirigir el proceso, del que ha marcado el ritmo, el tono y el discurso.
Fue la presidenta de la Cámara de Representantes quien decidió iniciar la investigación, quien fijó las pautas de esta y quien escogerá a los legisladores que harán de «fiscales» en el juicio político en el Senado.
PELOSI LE TOCA LAS PALMAS A TRUMP
La enemistad política entre Trump y Pelosi es previa al inicio de este proceso.
A principios de este año se negó a permitir que el mandatario pronunciara el discurso sobre el Estado de la Unión ante la Cámara Baja hasta que se reabriera la Administración, que permanecía parcialmente cerrada debido a la falta de consenso político para aprobar su presupuesto.
Tras la llegada a un acuerdo, Trump pudo finalmente dirigirse al Congreso en un discurso que Pelosi aplaudió con sorna, creando una imagen que quedará para la historia de la política estadounidense.
El inicio en la Cámara Baja de las investigaciones para el juicio político al jefe de Estado solo ha contribuido a resentir más su relación.
Recientemente, Pelosi perdió los papeles al ser preguntada si le movía el odio para impulsar la investigación contra Trump, ante lo que respondió que, «como católica», ella no odia a nadie.
UNA MÁQUINA DE HACER DINERO
Pelosi es conocida por ser una máquina de recaudación para los demócratas, pues ha obtenido más de 700 millones de dólares en donaciones a su partido en los últimos dieciséis años.
Algo que ya hacía en San Francisco antes de dar el salto a la vida pública: Madre de cinco hijos, trabajó como voluntaria en algunas campañas demócratas. En 1976 fue parte del equipo de campaña del gobernador de California Jerry Brown, a quien también ayudó en 1980 en su fallido intento por convertirse en el candidato del Partido Demócrata en la elecciones presidenciales.
Sin embargo, no fue hasta que alcanzó los 47 años, después de que el último de sus vástagos acabara la escuela secundaria, cuando decidió presentarse como representante en el Capitolio por uno de los distritos de su ciudad.
MADRINA DEL «OBAMACARE»
El inicio del proceso de investigación para un juicio político a Donald Trump no ha sido el único logro histórico como presidenta del Congreso para esta política que en 2002 tomó las riendas del Partido Demócrata tras el descalabró electoral que sufrió ese año.
Su mayor triunfo legislativo fue conseguir que se aprobara la reforma sanitaria de 2010, conocida como «Obamacare», debido a que fue impulsada bajo el mandato del presidente Barack Obama (2009-2017).
Una éxito político del que se ha declarado «orgullosa» en más de una ocasión.