Inician acampada frente al Congreso argentino contra presupuesto «del FMI»
EFE
La Central de los Trabajadores de Argentina – Autónoma, una de las mayores agrupaciones sindicales del país, inició este martes una acampada frente al Congreso nacional, en Buenos Aires, para protestar contra el proyecto de presupuestos para el próximo año, que consideran producto «del ajuste» y «del FMI».
Las acciones durarán hasta este viernes y comenzaron esta tarde con la instalación de una carpa en la plaza del Congreso y una marcha con antorchas alrededor de la misma, mientras que durante la semana tendrán lugar charlas de diferentes sectores sindicales.
El objetivo de esta iniciativa es que se revise el presupuesto de 2019, explicó a Efe el secretario general adjunto de la CTA Autónoma, Hugo Godoy, porque «carga la crisis a los trabajadores» mientras los empresarios y el mundo financiero «aumentan sus beneficios».
El dirigente sindical aseguró que las cuentas públicas que prevé el Gobierno reducen gastos sociales en asuntos como salud, educación o subsidios de servicios como la luz o el transporte, pero se incrementarán los intereses de la deuda que tiene que pagar Argentina.
Desde la organización de la acampada invitaron a participar en las charlas a diputados y senadores y esperan que desde algunas fuerzas políticas, que ya han mostrado su rechazo a los presupuestos, apoyen la iniciativa.
Para hacer frente a la abrupta devaluación del peso y acometer más rápidamente las reformas con el fin de reducir el alto déficit fiscal, el Gobierno argentino tocó en mayo pasado la puerta del Fondo Monetario Internacional (FMI) para obtener ayuda financiera.
El presidente Mauricio Macri reiteró el pasado viernes que el apoyo del FMI -muy criticado por la oposición y los sindicatos por los ajustes que aseguran que conlleva- es «inédito en tiempo, en condiciones y en cantidad de dinero» para permitir que el país cuente con los plazos para alcanzar el equilibrio y dejar de depender de la financiación exterior.
La semana pasada, el Gobierno de Macri afrontó una cuarta huelga general, convocada por la principal central sindical argentina, la Confederación General del Trabajo (CGT), para protestar contra los ajustes del Ejecutivo en medio de la crisis.
